Cartas al director

Excepciones

La llaman "caja tonta" porque a través de ella se transmiten sobre todo programas frívolos, indecentes y, muchas veces, vulgares. Pero la tele contiene también unos cuantos programas buenos. Son pocos, poquísimos, se pueden contar con los dedos de una mano, o de media. Entre ellos están el telediario de las 22.00 de La 2 -un programa agradable, de información, actualidad, política, cultura, medio ambiente- y los documentales del jueves y viernes por la noche, de la misma cadena. Se trata de excepciones muy escasas y es por eso que hay que defenderlas. Me refiero a la invasión del fútbol: son ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

La llaman "caja tonta" porque a través de ella se transmiten sobre todo programas frívolos, indecentes y, muchas veces, vulgares. Pero la tele contiene también unos cuantos programas buenos. Son pocos, poquísimos, se pueden contar con los dedos de una mano, o de media. Entre ellos están el telediario de las 22.00 de La 2 -un programa agradable, de información, actualidad, política, cultura, medio ambiente- y los documentales del jueves y viernes por la noche, de la misma cadena. Se trata de excepciones muy escasas y es por eso que hay que defenderlas. Me refiero a la invasión del fútbol: son innumerables las veces en que dichos programas están siendo suprimidos para dejar sitio a la "pantalla verde".

En estos casos, como alternativa, se podría escuchar la radio. A la misma hora en la primera de Radio Nacional de España se transmite El ojo crítico, un programa cultural único -de crítica sobre literatura, teatro, música, cine, exposiciones, etcétera-; un espacio limpio en tanta contaminación de idioteces y bufonería.

Pero este último también en los días de fútbol es suprimido, como si se tratase de un programa absolutamente secundario, para dejar el campo libre al tiránico juego.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Solemos justificar esta vergüenza diciendo que es lo que la "gente" pide. De acuerdo, pero no por eso tenemos que callar nuestra rabia e indignación. A los pocos que no nos identificamos con la demanda de la "gente" nos quedan sólo dos alternativas: desahogarnos de esta manera y sentarnos a leer un buen libro, esperando no tener que soportar los ladridos de los vecinos que se descargan con el partido de la semana.- . .

Archivado En