Una exposición recupera los olvidados trabajos para el teatro de Marc Chagall

VIENE DE LA PÁGINA 1 Sylvie Forestier, quien había dirigido en Niza el Museo Nacional del Mensaje Bíblico, considera que Marc Chagall estuvo en contacto con muchas corrientes artísticas pero siempre intentó huir de cualquier catalogación. "Chagall no deja de ser un enigma, un misterio que se resiste a cualquier clasificación", dijo ayer en la presentación de la exposición. En los 39 cuadros de la exposición aparece representado un mundo familiar, cálido, casi idílico, con reminiscencias soñadas. Tampoco falta la referencia al mundo del comercio y a la religión. Destaca entre este grupo de ob...

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VIENE DE LA PÁGINA 1 Sylvie Forestier, quien había dirigido en Niza el Museo Nacional del Mensaje Bíblico, considera que Marc Chagall estuvo en contacto con muchas corrientes artísticas pero siempre intentó huir de cualquier catalogación. "Chagall no deja de ser un enigma, un misterio que se resiste a cualquier clasificación", dijo ayer en la presentación de la exposición. En los 39 cuadros de la exposición aparece representado un mundo familiar, cálido, casi idílico, con reminiscencias soñadas. Tampoco falta la referencia al mundo del comercio y a la religión. Destaca entre este grupo de obras el tríptico formado por Resistencia, Resurección y Liberación, realizado entre 1937 y 1959 y que sufrió distintos avatares. Este conjunto fue pensado en su origen como un homenaje a la Revolución Soviética, a la que en sus comienzos el artista apoyó. Con el tiempo fue modificando el contenido del tríptico debido al impacto de los sucesos provocados por la II Guerra Mundial. En el apartado dedicado a las pinturas para el Teatro Judío de Moscú, es, precisamente, la imagen de un violinista la que aparece en una de las telas. Junto a ella, también se pueden contemplar imágenes representando distintas expresiones artísticas como la danza, el teatro y la literatura, un friso con una celebración de bodas y un gran panel donde aparece el propio artista acompañado del crítico Abraham Efrós, compañeros del artista y distinta simbología judía. Tras la eclosión de las vanguardias rusas con el triunfo de la Revolución Soviética, la euforia creativa se fue apagando y la producción artística fue sometiéndose a los dictados del partido. Con ello, la obra de Chagall para el teatro fue almacenada y casi ignorada durante 50 años. En 1991 fue recuperada y restaurada por la galería estatal Trétiakov. Chagall dejó definitivamente Rusia en 1922, instalándose primero en Berlín, desde donde se trasladaría a París. Esta exposición, organizada con la colaboración de la Fundación March, en cuya sede madrileña se presentó anteriormente, ha sido la primera oportunidad de contemplar estas obras en España. También se proyectan dos producciones audiovisuales: Chagall, la mémoire d"un peintre (1995), de Charles Najman, y Chagall, le peintre a la tête renversée (1989), de Dominik Rimbaut. La exposición se complementa con un ciclo de conferencias, la primera de las cuales se celebrará el 3 de mayo con el tema Marc Chagall: modernidad y tradición, a cargo de Rafael Argullol. Forestier hará un repaso completo de la trayectoria de Chagall el 10 de mayo, y el 17 del mismo mes, Sabastià Jane presentará la conferencia: Marc Chagall: el cabalista onírico.

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