Un colegio de especial seguimiento
El colegio de San Roque de Villaverde es uno de los centros públicos de la periferia que luchan desde hace muchos años por no convertirse en un gueto.
Está incluido dentro de los centros de especial seguimiento que el Ministerio de Educación aceptó apoyar con presupuestos específicos. La Dirección Provincial de Educación desarrolla desde septiembre de 1997 una serie de medidas de apoyo solicitadas por profesores, educadores de calle y asociaciones de vecinos y profesores del barrio.
El ministerio firmó un convenio con el Ayuntamiento de Madrid y la Comunidad para dar mucha m...
El colegio de San Roque de Villaverde es uno de los centros públicos de la periferia que luchan desde hace muchos años por no convertirse en un gueto.
Está incluido dentro de los centros de especial seguimiento que el Ministerio de Educación aceptó apoyar con presupuestos específicos. La Dirección Provincial de Educación desarrolla desde septiembre de 1997 una serie de medidas de apoyo solicitadas por profesores, educadores de calle y asociaciones de vecinos y profesores del barrio.
El ministerio firmó un convenio con el Ayuntamiento de Madrid y la Comunidad para dar mucha mayor atención a determinados colegios de Madrid, situados en los distritos del sur y del este de la capital. El presupuesto del programa experimental era de 250 millones, una cantidad "insuficiente", según los partidos de izquierdas.
En el compromiso por escrito de las instituciones se mencionaban 20 centros públicos que los expertos seleccionaron por su potencial conflictividad. Y entre ellos estaba el colegio San Roque, a cuyas aulas van los menores residentes en el poblado gitano de realojamiento de Plata y Castañar y vecinos de la UVA de Villaverde, vecindarios con problemas de paro, analfabetismo y marginación.