Entrevista:

"Podría hacerse una novela negra asada en el equipo municipal"

Ex periodista, es escritor. Tiempo atrás, Miguel Barroso (Zaragoza, 1953) dejó de emplear la pluma para redactar noticias, pero le quedó el gusanillo de la escritura. Una tentación que ha logrado aunar con su trabajo como director general de una empresa cultural. Después de una incursión en los libros como coautor de una obra de viajes (Crónicas caribes) publica ahora su primera novela. Y es negra. De ambiente habanero, por más señas. Lleva por título Amanecer con hormigas en la boca (Debate). Barroso, que empleó un par de años y varios viajes en documentarse antes de escribir la ob...

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Ex periodista, es escritor. Tiempo atrás, Miguel Barroso (Zaragoza, 1953) dejó de emplear la pluma para redactar noticias, pero le quedó el gusanillo de la escritura. Una tentación que ha logrado aunar con su trabajo como director general de una empresa cultural. Después de una incursión en los libros como coautor de una obra de viajes (Crónicas caribes) publica ahora su primera novela. Y es negra. De ambiente habanero, por más señas. Lleva por título Amanecer con hormigas en la boca (Debate). Barroso, que empleó un par de años y varios viajes en documentarse antes de escribir la obra, narra en Amanecer... las peripecias de un perdedor: Martín Losada, un anarquista derrotado que huye a Cuba, donde trata de proseguir su lucha contra el mal. El relato se convertirá en película el año que viene, de la mano del director Mariano Barroso, hermano de Miguel. Pregunta. ¿Por qué eligió ese género?

Respuesta. Soy un fanático de la novela negra, pero me irritaba la reiteración de escenarios, paisajes y situaciones; siempre se desarrollan en Estados Unidos durante la época de la prohibición. A fuerza de tópicos, se estaba esclerotizando el género. Me planteé ver si era posible algo que siempre ha funcionado en la jardinería: trasplantar el árbol de un terreno a otro.

P. ¿Por qué eligió como escenario La Habana de 1958?

R. Por un lado, se trata de una ciudad que conozco desde hace más de veinte años. Por otra parte, en esa época era la urbe más norteamericana fuera de Estados Unidos. También estaban las pistas dejadas por el novelista Graham Greene o el cineasta Coppola. Al final, esta novela es el resultado de una huida de España, de Madrid, sobre la que también tuve que documentarme.

P. ¿Qué diferencias existían entre las dos capitales en esa época?

R. En La Habana había televisión en color en 1958 y en Madrid apenas existía en blanco y negro. La primera era una ciudad abierta y llena de Cadillacs. La segunda vivía replegada y padecía carencias como la penicilina. Lo único que tenían en común era Ernest Hemingway, Sara Montiel y los payasos de la familia Aragón, que triunfaban allí.

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P. ¿Cuáles son ahora las diferencias?

R. La Habana está suspendida en el tiempo y castigada por él; vive mirando hacia el pasado. En Madrid ocurre lo contrario. Vive de espaldas al pretérito. No está destruida por los años, sino maltratada por el equipo municipal. La primera conserva su encanto. La segunda, no.

P. ¿Madrid sería un buen escenario para una novela negra?

R. Sí, pero con el equipo municipal de protagonista. Forma un casting desperdiciado que cumple con todos los requisitos.

P. ¿Y por qué no se anima?

R. Porque no me inspira.

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