El Gobierno rechaza el nuevo foro que plantea Ibarretxe y reclama Ajuria Enea

El Gobierno rechazó ayer la oferta del lehendakari, Juan José Ibarretxe, de un nuevo foro de diálogo distinto a los de Ajuria Enea y de Lizarra, y reiteró su compromiso con el primero, firmado en 1988 por todos los partidos democráticos. Su punto 10 condiciona la creación de una mesa de partidos al cese definitivo de la violencia de ETA. Esta posición contrasta matizadamente con la del portavoz del Ejecutivo, Josep Piqué, que ayer defendió el "marco válido" de Ajuria Enea, pero que "a partir de ahí todo se puede discutir".

Al Gabinete no se le ha escapado el reconocimiento público por v...

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El Gobierno rechazó ayer la oferta del lehendakari, Juan José Ibarretxe, de un nuevo foro de diálogo distinto a los de Ajuria Enea y de Lizarra, y reiteró su compromiso con el primero, firmado en 1988 por todos los partidos democráticos. Su punto 10 condiciona la creación de una mesa de partidos al cese definitivo de la violencia de ETA. Esta posición contrasta matizadamente con la del portavoz del Ejecutivo, Josep Piqué, que ayer defendió el "marco válido" de Ajuria Enea, pero que "a partir de ahí todo se puede discutir".

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Al Gabinete no se le ha escapado el reconocimiento público por vez primera, y por parte del lehendakari, de que el Pacto de Lizarra "tiene un límite", como acuerdo exclusivo entre los partidos nacionalistas. Y tiene una opinión favorable del rechazo del Pacto de Lizarra por parte de Ibarretxe, en consecuencia, como foro de diálogo de todos los partidos vascos. "La intervención de Ibarretxe, como expresión de una voluntad política, es favorable porque insiste en conceptos como que la paz no tiene precio político o que todo es una cuestión de democracia", señalaban ayer en La Moncloa.Pero ahí queda todo el respaldo a Ibarretxe desde La Moncloa porque el Ejecutivo no está dispuesto a crear un nuevo foro, como propone el lehendakari, y defiende la vigencia de Ajuria Enea.

El Gobierno se sigue acogiendo a la vigencia del punto 10 de ese Pacto, de enero de 1988, en el que se fijan las condiciones para la creación de una mesa de diálogo entre los partidos vascos. El punto 10 señala: "Si se producen las condiciones adecuadas para un final dialogado de la violencia, fundamentadas en una clara voluntad de poner fin a la misma y en actitudes inequívocas que puedan conducir a esa convicción, apoyaremos un diálogo entre los poderes del Estado y quienes decidan abandonar la violencia (...)".

En opinión del Gobierno, aún no se cumplen las condiciones del punto 10 pues "ni está clara la voluntad por parte de ETA de poner fin a la violencia" ni tampoco "se producen actitudes inequívocas que puedan conducir a esa convicción". El Ejecutivo recuerda, por un lado, que ETA mantiene su poder armado, no ha expresado, en sus comunicados, su voluntad de cesar definitivamente el terrorismo y, por otro, se mantiene la violencia callejera sin que siquiera sea condenada por HB. En consecuencia, el Gobierno se muestra contrario a la oferta de creación del nuevo foro, propuesto por Ibarretxe.

De ahí que las declaraciones que ayer realizó el portavoz del Gabinete, Josep Piqué, parecieran un tanto ambiguas en La Moncloa, pese a la reclamación de la vigencia que hizo del Pacto de Ajuria Enea. "No se trata de encastillarse en una determinada posición y, por lo tanto, puede haber disposición a la flexibilidad, pero, hoy por hoy, el marco de Ajuria Enea es un marco de consenso que acoge a todos los partidos democráticos y que tiene una amplitud mucho mayor que la de Estella", dijo Piqué.

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El presidente del PP vasco, Carlos Iturgaiz, fue más tajante. A través de un comunicado señaló que "la Mesa de Ajuria Enea es el único foro capaz de reunir a la totalidad de los partidos democráticos y, por ello, la principal representación de la mayoría democrática vasca".

Para el candidato socialista, José Borrell, es condición indispensable para la creación de una mesa de diálogo que todos los partidos que lo integren, y por tanto HB, condenen la violencia.

En este sentido, ni en el Gobierno ni el PSOE sucumben a la tentación del optimismo. "Al final, en el futuro foro que se cree, se va a plantear una cuestión de fondo, con quiénes se está y de qué se habla". El dirigente de HB, Arnaldo Otegi, ya ha planteado que Navarra y el País Vascofrancés tienen que tener alguna representación en ese foro, lo que "lo hace inviable en este momento", señalaban ayer en La Moncloa.

Los socialistas también expresaron ayer su escepticismo sobre un resultado positivo de la propuesta del lehendakari a corto o medio plazo. Almunia puso de relieve que Ibarretxe "carece de margen de maniobra" por los pactos existentes entre su partido, el PNV, y HB.

Sólo Izquierda Unida (IU), entre los partidos nacionales, acepta sin condiciones la propuesta de Ibarretxe. "Es una propuesta de gran altura, que responde a la realidad actual de Euskadi", dijo el portavoz adjunto de IU, Felipe Alcaraz.

Desde el Gobierno vasco existe la confianza de que los hechos se vayan imponiendo y quede constancia de la "voluntad inequívoca" de ETA de abandonar definitivamente la violencia. Será en ese momento cuando se imponga el nuevo foro, según el Ejecutivo de Vitoria.

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