La asamblea del COI aprueba sin votos en contra el nuevo sistema de elección de sedes

El Comité Olímpico Internacional elegirá la próxima sede de unos Juegos (los de invierno del año 2006) mediante un nuevo sistema, aprobado ayer sin votos en contra en su sesión extraordinaria celebrada en Lausana (Suiza). "Se ha demostrado que el sistema anterior era pésimo", reconoció el presidente del COI, el español Juan Antonio Samaranch, refiriéndose a los casos de corrupción denunciados en los últimos meses. La reforma consiste en que una comisión de 15 personas seleccionará dos sedes finalistas, de modo que la decisión última siga a cargo de la asamblea.

Sólo hubo una abstención ...

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El Comité Olímpico Internacional elegirá la próxima sede de unos Juegos (los de invierno del año 2006) mediante un nuevo sistema, aprobado ayer sin votos en contra en su sesión extraordinaria celebrada en Lausana (Suiza). "Se ha demostrado que el sistema anterior era pésimo", reconoció el presidente del COI, el español Juan Antonio Samaranch, refiriéndose a los casos de corrupción denunciados en los últimos meses. La reforma consiste en que una comisión de 15 personas seleccionará dos sedes finalistas, de modo que la decisión última siga a cargo de la asamblea.

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Sólo hubo una abstención para el nuevo sistema, que funcionará ya, de momento, para elegir la sede invernal de 2006, decisión que se tomará en la Sesión de junio en Seúl. La primera criba de las seis ciudades candidatas -Sion (Suiza), Turín (Italia), Klagenfurt (Austria), Zakopane (Polonia), Helsinki (Finlandia) y Poprad-Tatry (Eslovaquia)- la hará una comisión de 15 personas: ocho miembros del COI, más Samaranch (sin voto) y el decano del COI, el brasileño Joao Havelange; tres atletas; un representante de las federaciones internacionales, y otro de los comités olímpicos nacionales. Los miembros del COI (cerca de un centenar) elegirán después entre las dos finalistas, pero ya no harán los viajes oficiales que han dado lugar a los denunciados agasajos y supuestas corrupciones a cambio de su voto. Por otro lado, el COI ya había restringido anteriormente la posibilidad de recibir regalos. Samaranch no dudó en afirmar que la Sesión, que concluyó ayer tras dos días de reuniones, ha sido "una de las más importantes" en la historia del COI. Y continuó: "Las medidas envían un claro mensaje al mundo: estamos haciendo lo que prometimos, unas reformas positivas para recuperar el prestigio que teníamos hace unas cuantas semanas. Unas circunstancias excepcionales exigen medidas excepcionales, aunque algunas hayan sido desagradables".El presidente celebró que los miembros hayan aceptado las reformas propuestas, entre ellas las comisiones de ética y de reflexión sobre lo que será el COI a partir del año 2000, que fueron aprobadas por unanimidad. De esta última aún no hay nombres seguros, y Samaranch no ha hablado aún con Henry Kissinger o Jacques Santer (nombres que él mismo avanzó como posibles integrantes). En cuanto a la comisión de ética (que sustituirá a las comisiones investigadoras actuales), terminó enfadado al cuestionársele que la presida después de lo que ha pasado. Pero no dudó: "La presidiré con el poder que me ha dado la Sesión, y daré quizá antes de fin de mes los nombres de las personalidades que la integren, de fuera del COI pero que conozcan lo que es el deporte hoy en día. Y lo haré porque soy el presidente del COI", dijo tajante. Y hasta fue irónico: "He leído en algunos periódicos que estoy muy enfermo. No sé lo que puede pasar en el futuro, pero yo quiero agotar mi mandato". Y mandando. Mañana mismo volverá a presidir la comisión ejecutiva en su reunión con las Federaciones de Verano, que tienen su asamblea hoy con Primo Nebiolo, el jefe del atletismo, al frente.

La atracción final de la Sesión fueron las dietas de los miembros, mal explicadas en un principio por Thierry Sprunger, reciente director del control de gestión del COI. Sprunger trabajó 10 años con PricewaterhouseCoopers, los auditores del máximo organismo olímpico. Y lo que parecía un simple ejercicio de transparencia (que se hacía en el pasado, pero nadie le hacía caso), se convirtió en un desastre. Sprunger se confundió al dar las cifras. El asombro fue enorme cuando se dedujo de sus palabras que los miembros de la comisión ejecutiva cobran 1.000 dólares diarios (unas 150.000 pesetas) con todos los gastos pagados. Eso sí habría sido motivo de expulsión, y por aclamación. Pero no. Sólo es por reunión, que puede durar tres días, cinco o más. El propio Samaranch dijo después que aunque se ha aumentado un 50% en enero no es una cantidad grande por dejar sus trabajos particulares, y que hay federaciones internacionales y, por supuesto, empresas que pagan más.

Los miembros que no pertenecen a la comisión ejecutiva perciben 17.0000 pesetas si la Sesión es en Lausana y 22.000 si se celebra en otro lugar del mundo.

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