El Ayuntamiento instalará letrinas y duchas en el poblado rumano

Las condiciones del poblado de Malmea (Fuencarral), donde centenares de inmigrantes rumanos malviven en furgonetas y tiendas de campaña, mejorarán la próxima semana. Para el lunes, el Ayuntamiento de Madrid instalará en el asentamiento 30 letrinas, 12 duchas y un lavadero, así como un punto de atención sociosanitaria, que regentará Cruz Roja. Ese mismo día, los niños del poblado, todos sin escolarizar, empezarán las clases en el colegio Miguel Hernández, del distrito de Latina, ahora vacío.

La escuela se encuentra en el barrio de Las Águilas, muy lejos del poblado de Malmea. Cada día un...

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Las condiciones del poblado de Malmea (Fuencarral), donde centenares de inmigrantes rumanos malviven en furgonetas y tiendas de campaña, mejorarán la próxima semana. Para el lunes, el Ayuntamiento de Madrid instalará en el asentamiento 30 letrinas, 12 duchas y un lavadero, así como un punto de atención sociosanitaria, que regentará Cruz Roja. Ese mismo día, los niños del poblado, todos sin escolarizar, empezarán las clases en el colegio Miguel Hernández, del distrito de Latina, ahora vacío.

La escuela se encuentra en el barrio de Las Águilas, muy lejos del poblado de Malmea. Cada día un autobús trasladará a los niños. De las clases se encargarán ocho profesores, dos de ellos de compensatoria, y varios mediadores conocedores de la lengua y la cultura rumanas. Los chavales podrán ducharse y comer en el centro.La concejal de Servicios Sociales, Elena Utrilla, explica que se eligió ese colegio, a pesar de encontrarse al otro extremo de la ciudad, porque se buscaba un centro donde los niños pudieran iniciar las clases cuanto antes, sin hacer obras. "Tenía que ser un colegio vacío porque no podíamos meter en aulas ya creadas a tantos niños con problemas higiénicos, que no saben castellano ni están acostumbrados a la escuela y que van y vienen con sus familias; eso se hará el próximo curso si siguen aquí", añade.

Hace un mes, cuando Unicef alertó sobre las pésimas condiciones en que vivían los chabolistas, rodeados por una escombrera, en el poblado había 200 niños. Ahora, según los últimos datos municipales, hay 58. "Varias familias se han marchado a Valencia, suponemos que a vender revistas como La Farola o La calle en las Fallas, y no sabemos si volverán", matiza Utrilla.

Consolidar el campamento

La instalación de duchas y letrinas había sido reclamada hace semanas por el PSOE y por el defensor del Menor, Javier Urra. Pero Utrilla se mostraba reacia a habilitar los sanitarios porque consideraba que eso suponía consolidar el campamento. "Al final hemos decidido que mientras la Delegación del Gobierno resuelva qué ocurre con estos inmigrantes, hay que dotarles de servicios básicos", concluye la edil. La mayoría de las familias son solicitantes de asilo, aunque su petición no ha sido admitida a trámite. Cruz Roja dispondrá en el campamento de un trabajador sociosanitario para dispensar primeros auxilios y canalizar a los servicios sociales las necesidades de estas familias.

La concejal de Fuencarral, Beatriz Elorriaga, asegura que le están llegando numerosas quejas de vecinos de la zona que protestan por el comportamiento de estos chabolistas en los comercios y porque ensucian las calles y jardines.

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Es la primera vez que el consistorio instala sanitarios en un poblado.

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