La OTAN da otra oportunidad pese a la falta de un acuerdo sobre Kosovo
Los dos bandos volverán a verse el 15 de marzo para discutir la autonomía
No habrá ataque de la OTAN sobre Serbia. Al menos no lo habrá por ahora, a pesar de que no se ha llegado a un acuerdo sobre Kosovo en la reunión de Rambouillet, como exigía el Grupo de Contacto. La negociación terminó sin un compromiso al cumplirse el segundo plazo fijado por la comunidad internacional, pero las potencias occidentales consideraron que se han producido progresos suficientes para evitar cualquier acción de castigo y dar una nueva oportunidad a la negociación. Los dos bandos volverán a encontrarse el próximo 15 de marzo en Francia.
El secretario general de la OTAN, Javier ...
No habrá ataque de la OTAN sobre Serbia. Al menos no lo habrá por ahora, a pesar de que no se ha llegado a un acuerdo sobre Kosovo en la reunión de Rambouillet, como exigía el Grupo de Contacto. La negociación terminó sin un compromiso al cumplirse el segundo plazo fijado por la comunidad internacional, pero las potencias occidentales consideraron que se han producido progresos suficientes para evitar cualquier acción de castigo y dar una nueva oportunidad a la negociación. Los dos bandos volverán a encontrarse el próximo 15 de marzo en Francia.
El secretario general de la OTAN, Javier Solana, admitió que "no se ha conseguido un acuerdo final", pero entendió también que se han producido "progresos sustanciales" en los 17 días en que las delegaciones serbia y albanokosovar estuvieron encerradas en el castillo de Rambouillet. Solana confió en que, cuando ambos bandos vuelvan a reunirse, sea posible firmar el acuerdo. Mientras tanto, según el jefe de la OTAN, se mantendrán en marcha todos los dispositivos militares para castigar al régimen de Slobodan Milosevic si fuese necesario. Lo cierto es que todo el logro que pudieron comunicar los ministros del Grupo de Contacto es que se ha alcanzado un compromiso de principio sobre la necesidad de autonomía para Kosovo. Su grado, la forma en que se aplicará y el mecanismo que garantizará su cumplimiento están por decidir. En definitiva, Milosevic, por lo que hasta ahora se conoce, ha tenido que ceder muy poco para evitar el bombardeo con el que se le amenazaba si no firmaba un acuerdo.