Los metalúrgicos alemanes logran un acuerdo regional con subida del 3,2%

La patronal Gesamtmetall y el sindicato metalúrgico alemán IG Metall llegaron ayer a un primer acuerdo regional para evitar la huelga convocada del 22 al 24 de febrero. Pactaron una subida salarial del 3,2% para 1999 que sólo afecta a 840.000 trabajadores del Estado federal de Baden-Wuerttemberg. El Gobierno apoyó el acuerdo, mientras que la patronal no quiere que se extienda a otras regiones.

Tras 30 horas de negociaciones en la ciudad de Boeblingen (al suroeste de Alemania), el sindicato IG Metall logró en la madrugada de ayer un aumento salarial para este año del 3,2%, 2,2 puntos por...

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La patronal Gesamtmetall y el sindicato metalúrgico alemán IG Metall llegaron ayer a un primer acuerdo regional para evitar la huelga convocada del 22 al 24 de febrero. Pactaron una subida salarial del 3,2% para 1999 que sólo afecta a 840.000 trabajadores del Estado federal de Baden-Wuerttemberg. El Gobierno apoyó el acuerdo, mientras que la patronal no quiere que se extienda a otras regiones.

Tras 30 horas de negociaciones en la ciudad de Boeblingen (al suroeste de Alemania), el sindicato IG Metall logró en la madrugada de ayer un aumento salarial para este año del 3,2%, 2,2 puntos por encima de la inflación prevista por el Gobierno. El acuerdo sólo beneficiará a los 840.000 trabajadores del sector (500.000 afiliados al poderoso IG Metall) en el Estado federado de Baden-Wuerttemberg.No obstante, los sindicatos preven que el aumento tendrá un impacto en la masa salarial del 4,2%, mientras que la patronal cifra el mismo en el 3,6%. Además, el acuerdo incluye una paga única de un 1% de los ingresos anuales brutos, más una paga extraordinaria del 207 euros (34.400 pesetas).

Aunque el acuerdo se circunscribe a Baden-Wuerttemberg, este Estado federado es muy importante, puesto que acoge la sede de firmas como DaimlerChrysler y Bosch. El sindicato consiguió un aumento salarial un punto porcentual superior al que ofrecía la patronal y casi la mitad de lo que pedía, un 6,5%.

El sindicato confía ahora en que el compromiso alcanzado se extienda a otros Estados federados y a otros sectores, además del metalúrgico. La idea pone los pelos de punta a la patronal y a la oposición democristiana, que advierten que pondría en serio peligro la evolución económica alemana al aumentar los costes laborales.

En cambio, Oskar Lafontaine, ministro de Finanzas, opinó que el pacto es "razonable y demuestra que el sistema de convenios salariales alemán funciona". El Gobierno de Gerhard Schröder alienta este tipo de acuerdos porque considera que para impulsar la demanda son necesarios aumentos salariales en el sector productivo. Por el contrario, el Ejecutivo no apoya este tipo de incremento en el sector público y de servicios.

Para los analistas, el precedente de Baden-Wuerttemberg puede ser el comienzo de una serie de reinvidicaciones en el sector metalúrgico europeo. En Italia comenzaron ayer y en Francia, los sindicatos miran hacia Alemania.

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