Una jauría de perros mata a dos terneros en una granja del Alt Empordà

Un grupo de cuatro perros atacó durante la madrugada de ayer una granja de terneros de Vilamalla (Alt Empordà), causando la muerte de dos crías y heridas a otras dos. Los ganaderos relacionan este ataque, que ha sido denunciado ante los Mossos d"Esquadra, con el incremento de canes sueltos que se produce al acabar la temporada de caza. Estos animales abandonados acostumbran a hacerse montaraces. El encargado de la explotación, quien acudió a la granja a primeras horas de la mañana, encontró a los canes tumbados en un paraje cercano y todavía manchados de sangre. No fue hasta después de ahuyen...

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Un grupo de cuatro perros atacó durante la madrugada de ayer una granja de terneros de Vilamalla (Alt Empordà), causando la muerte de dos crías y heridas a otras dos. Los ganaderos relacionan este ataque, que ha sido denunciado ante los Mossos d"Esquadra, con el incremento de canes sueltos que se produce al acabar la temporada de caza. Estos animales abandonados acostumbran a hacerse montaraces. El encargado de la explotación, quien acudió a la granja a primeras horas de la mañana, encontró a los canes tumbados en un paraje cercano y todavía manchados de sangre. No fue hasta después de ahuyentarlos cuando, sospechando que la sangre podía proceder de algún animal de la granja, revisó los establos. Allí encontró los dos terneros muertos y los dos heridos, uno de ellos de gravedad. Los perros, que penetraron en el interior de las cuadras, únicamente devoraron parte de una de las víctimas, a pesar de que otros ejemplares tenían rastros de mordiscos. El ganadero ha asegurado que los perros no eran de raza y tenían un tamaño considerable. Uno de ellos era de color oscuro y otro, en el que podían apreciarse mejor los rastros de sangre, era de tonos blanquecinos. La explotación, que tiene unos 300 ejemplares de vacuno, no había sufrido nunca un ataque de estas características. El sindicato Unió de Pagesos asegura que muchos de estos canes han sido abandonados por propietarios desaprensivos al finalizar la época de caza. A pesar de que la mayoría de los cazadores tiene un gran aprecio a sus animales y que en muchos casos pagan elevadas cifras por ellos, existen practicantes esporádicos de la caza que prefieren deshacerse de los perros, ya sea porque no pueden cuidarlos o porque los canes han perdido facultades. Ataque excepcional En las zonas agrícolas no constituye una novedad que estos perros, hambrientos y adiestrados para la caza, acaben formando jaurías que durante la noche atacan animales de granja. Los Mossos d"Esquadra, que ya han iniciado la búsqueda de los animales, reconocieron ayer el carácter excepcional de una denuncia por ataques de perros a una granja de terneros. La policía añade que es más habitual el ataque de canes a gallinas o conejos. En caso de que los animales sean localizados, en primer lugar se intentará encontrar a sus propietarios para que respondan de los daños causados. Pero, dado su carácter violento, lo más probable es que sean sacrificados.

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