El alcalde de Oviedo decide ahora paralizar el complejo hípico

El Ayuntamiento de Oviedo, gobernado con mayoría absoluta por el Partido Popular (PP), lleva invertidos 2.300 millones de pesetas en la construcción de un fastuoso complejo hípico sin que se hayan cumplido hasta el momento los procedimientos administrativos que exige la ley. Sin embargo, las obras, a punto de culminar, serán paralizadas hoy por orden del propio alcalde, Gabino de Lorenzo, una vez que el PSOE e Izquierda Unida (IU) lo exigieron "por carecer de la necesaria cobertura técnica y jurídica" y de que la Dirección Regional de Medio Ambiente haya advertido oficialmente de que son "ileg...

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El Ayuntamiento de Oviedo, gobernado con mayoría absoluta por el Partido Popular (PP), lleva invertidos 2.300 millones de pesetas en la construcción de un fastuoso complejo hípico sin que se hayan cumplido hasta el momento los procedimientos administrativos que exige la ley. Sin embargo, las obras, a punto de culminar, serán paralizadas hoy por orden del propio alcalde, Gabino de Lorenzo, una vez que el PSOE e Izquierda Unida (IU) lo exigieron "por carecer de la necesaria cobertura técnica y jurídica" y de que la Dirección Regional de Medio Ambiente haya advertido oficialmente de que son "ilegales".

La oposición, integrada por el PSOE e IU, exige la incoación del "correspondiente expediente sancionador", la intervención del Tribunal de Cuentas y la declaración por parte del alcalde, Gabino de Lorenzo (PP), de su patrimonio y rentas personales. De Lorenzo es propietario de un importante negocio de cría caballar que los partidos contrarios al suyo ligan con el complejo ecuestre, cuyo proyecto, adjudicación y construcción han vulnerado las normas de procedimiento.Aun cuando el propio regidor aseguró el pasado lunes, día 18, que "las irregularidades de carácter administrativo" cometidas en la construcción del complejo hípico estaban ya "prácticamente subsanadas", la oposición sostiene que la obra sigue careciendo de licencia, todavía no se ha sometido a información pública -aunque la construcción del equipamiento está prácticamente conclusa-, no dispone de los preceptivos permisos de otras administraciones -aprobación del proyecto por parte de la Comisión de Urbanismo y Ordenación del Territorio del Principado, autorización por la Confederación Hidrográfica del Norte de España por afectar a un cauce fluvial, informe favorable de la Dirección Regional de Medio Ambiente...- y no fue aprobada por el pleno de la corporación municipal ni tampoco por ninguna de sus comisiones.

De hecho, el PP inició la semana pasada la tramitación del proyecto, es decir días después de que el propio De Lorenzo asegurase que las irregularidades estaban ya "prácticamente subsanadas".

En realidad, la única tramitación que cumplió el Ayuntamiento fue la de un proyecto inicial, por un importe de 391,4 millones de pesetas -el actual alcanza los 2.300 millones- y en un emplazamiento diferente al finalmente elegido.

Orden desoída

El Ayuntamiento desoyó además una orden de paralización dictada por la Consejería de Fomento del Principado cuando las obras dieron comienzo, en noviembre de 1997, y el concejal de Planeamiento y Gestión Urbanística, José Agustín Cuevas-Mons, y el presidente de la sociedad municipal que acometió el proyecto hípico (Gesuosa), reconocieron el lunes pasado haber ocultado un informe, que se extrajo del expediente y en el que el funcionario jefe de Urbanismo recomienda detener la construcción por "carecer de la necesaria cobertura técnica y jurídica".La oposición ha advertido de la posible comisión de un delito de prevaricación (dictar a sabiendas una resolución injusta) por parte de ese edil por detraer del expediente el informe y ocultarlo a la corporación.

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Sin embargo, el todavía secretario general del PP -en el inminente Congreso Nacional será sustituido por Javier Arenas, ex ministro de Trabajo- y vicepresidente primero del Gobierno, Francisco Álvarez Cascos, aseguró el pasado miércoles en la capital asturiana: "La táctica del PSOE pasa por intentar encontrar irregularidades en el Ayuntamiento de Oviedo. Y lo [único] que ha encontrado es que falta un papel".

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