Los regionalistas plantearon al PSPV una moción de censura antes de la entrevista con el presidente

Héctor Villalba y Fermín Artagoitia, presidente y secretario general de Unión Valenciana, plantearon ayer a un destacado miembro del Grupo Parlamentario Socialista la posibilidad de plantear una moción de censura para apartar a Eduardo Zaplana de la presidencia de la Generalitat antes de las próximas elecciones autonómicas. Los sondeos sobre la posibilidad de descabalgar a los populares no pasaron a mayores porque los propios regionalistas admiten que la moción de censura sería muy complicada y escasamente comprensible por su propio electorado, que difícilmente asumiría un salto tan radical a...

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Héctor Villalba y Fermín Artagoitia, presidente y secretario general de Unión Valenciana, plantearon ayer a un destacado miembro del Grupo Parlamentario Socialista la posibilidad de plantear una moción de censura para apartar a Eduardo Zaplana de la presidencia de la Generalitat antes de las próximas elecciones autonómicas. Los sondeos sobre la posibilidad de descabalgar a los populares no pasaron a mayores porque los propios regionalistas admiten que la moción de censura sería muy complicada y escasamente comprensible por su propio electorado, que difícilmente asumiría un salto tan radical a finales de la legislatura. Una moción de censura exigiría también el concurso del grupo de Esquerra Unida-Els Verds y el aspirante a la presidencia sería uno de los actuales diputados autonómicos. Matemáticamente es posible, pero políticamente resulta inviable a sólo cinco meses de las elecciones autonómicas. El bloqueo institucional que se deriva de la falta de acuerdo entre Zaplana y Villalba sobre el futuro de la Consejería de Agricultura constituye "una profunda crisis de gobierno", según Joan Romero, secretario general del PSPV. El dirigente socialista advirtió que la situación actual "no beneficia la estabilidad" del Consell, pero prefirió esperar a una decisión definitiva antes de fijar una posición oficial. Joan Ribó, coordinador general de EU-EV, negó que los regionalistas hubieran planteado ningún movimiento parlamentario a la coalición de izquierdas. Más aún, la opinión personal de Ribó es que populares y regionalistas están "condenados a entenderse". El dirigente de EU-EV se mostró convencido de que Zaplana y Villalba se concederán nuevos plazos de negociación si hoy son incapaces de llegar a un acuerdo sobre el futuro de la Consejería de Agricultura. El análisis de EU-EV sobre la situación desencadenada a raíz de la renuncia de María Ángeles Ramón-Llin a su condición de militante de Unión Valenciana responde a una estrategia de "voladura controlada" de la formación regionalista impulsada por el PP. EU-EV considera que "la compraventa de personas" está muy alejada de la práctica política honesta. "Un gobierno debe gobernar y no intercambiar cargos entre personas", concluyó Ribó. Pere Mayor, candidato a la presidencia de la Generalitat por el Bloc Nacionalista Valencia, también dudó de la capacidad de los regionalistas para romper el pacto de gobierno: "Villalba ha mostrado una vez más que depende absolutamente del acuerdo con el PP y que no puede imponerle nada al presidente Zaplana". Al margen de airear amenazas sobre una posible moción de censura contra Zaplana, los regionalistas pueden bloquear la vida parlamentaria durante lo que queda de legislatura si se consuma la ruptura. Como presidente de las Cortes, Villalba dispone de facultades para forzar el contenido de las sesiones. Pero, el calendario normal apenas incluye siete plenos de las Cortes antes de la disolución del parlamento autonómico.

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