Primakov logra su primer éxito con la aprobación de las cuentas públicas

La Duma Estatal o Cámara baja del Parlamento ruso aprobó el jueves en primera lectura el proyecto de presupuesto para 1999 después de que el primer ministro, Yevgueni Primakov, amenazara con dimitir con el fin de conseguir el apoyo que su Gobierno necesita para continuar sus negociaciones con los organismos financieros internacionales y, en primer lugar, con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

En vísperas de la discusión del presupuesto por parte de los diputados, el Consejo de la Federación, la Cámara alta formada por los líderes de las regiones del país, había aprobado por unanimi...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La Duma Estatal o Cámara baja del Parlamento ruso aprobó el jueves en primera lectura el proyecto de presupuesto para 1999 después de que el primer ministro, Yevgueni Primakov, amenazara con dimitir con el fin de conseguir el apoyo que su Gobierno necesita para continuar sus negociaciones con los organismos financieros internacionales y, en primer lugar, con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

En vísperas de la discusión del presupuesto por parte de los diputados, el Consejo de la Federación, la Cámara alta formada por los líderes de las regiones del país, había aprobado por unanimidad una resolución en la que pedía a la Duma que se abstuviera de aprobar el proyecto presentado por el Gobierno.Los senadores consideraban que el presupuesto para 1999 es discriminatorio y que, con él, el Gobierno pretende simplemente "apoderarse de los ingresos de las regiones". Pero Primakov logró calmarles y cambiar su actitud, después de prometerles que algunos parámetros serán revisados según los deseos del Consejo de la Federación.

El primer ministro hizo un apasionado alegato en favor del proyecto presentado por el Gobierno, tratando de obtener el apoyo de la mayoría izquierdista de la Duma. A ella, ante todo, iban dirigidas frases como "el monetarismo sin una orientación social del desarrollo económico es simplemente absurdo".

Primakov consiguió, al final, el apoyo que pedía. Los grupos parlamentarios que votaron a favor (todos, excepto el de Gorigori Yavlinski), dejaron claro que su apoyo no significa que están de acuerdo con el contenido del proyecto de presupuesto, el más duro de los años de reforma. Todos subrayaron que se trata de un voto político, porque comprenden la necesidad que tiene el Gobierno de este apoyo para poder mantener negociaciones exitosas con el FMI.

A pesar de la severidad del presupuesto y de sus buenas intenciones, los expertos hacen notar que los índices en los que se ha basado el Gobierno para hacer los cálculos presupuestarios son completamente irreales. El proyecto fija un 30% de inflación anual y sitúa el tipo de cambio en 21,5 rublos por dólar, cuando ya se dan casi 21 rublos por dólar estadounidense en las casas de cambio.

Inflación

En cuanto a la inflación, en los primeros 20 días de diciembre ha sido del 6,8%, lo que también hace dudar que se pueda mantener al 30% anual para el año próximo, como pretende el Gobierno. El Fondo Monetario Internacional calcula un mínimo del 56% anual, y el Banco Mundial teme que pueda ser más.En cualquier caso, Rusia no podrá pagar todas sus deudas, a pesar de las aseveraciones hechas por Primakov.

Archivado En