Enher asegura que se inclinó por la mejor de las tres ofertas recibidas
VIENE DE LA PÁGINA 1 La compraventa de la futura sede nacionalista se ha escriturado tras más de un año de negociaciones entre el responsable del patrimonio de CDC -"un militante que depende del secretario de Organización de este partido, Felip Puig", según la versión de un intermediario- y el presidente de Enher, Juan Rosell. La empresa eléctrica asegura que la decisión se había tomado mucho antes del verano y que fue ratificada en el consejo de administración de la compañía con el voto favorable de los sindicatos. Enher destaca, además, que llegó a tener sobre la mesa tres ofertas para la ...
VIENE DE LA PÁGINA 1 La compraventa de la futura sede nacionalista se ha escriturado tras más de un año de negociaciones entre el responsable del patrimonio de CDC -"un militante que depende del secretario de Organización de este partido, Felip Puig", según la versión de un intermediario- y el presidente de Enher, Juan Rosell. La empresa eléctrica asegura que la decisión se había tomado mucho antes del verano y que fue ratificada en el consejo de administración de la compañía con el voto favorable de los sindicatos. Enher destaca, además, que llegó a tener sobre la mesa tres ofertas para la venta del edificio, y que entre la primera, es decir, la de CDC, y la segunda había una diferencia tan sólo de cinco millones de pesetas. El inmueble vendido por Enher a los nacionalistas consta de dos edificios correspondientes a los números 331 y 333 de la calle de Còrsega de Barcelona. El primer edificio se construyó en 1970; años después se "colocó materialmente encima del primero un segundo edificio", según consta en el catálogo del Ayuntamiento de Barcelona sobre el Eixample. El desorden arquitectónico de estos orígenes y las posteriores modificaciones de estructura interna han acabado configurando un espacio que, hoy por hoy, ha quedado prácticamente obsoleto para ser utilizado como oficinas. "De hecho, cuando nosotros nos planteamos vender este edificio estábamos convencidos de que lanzábamos al mercado un solar en el centro de Barcelona pensando, lógicamente, que el edificio sería demolido para construir uno nuevo", explican medios de Enher. Las ordenanzas municipales establecen un índice de edificabilidad del 50% del actual en el caso de que el edificio sea demolido con la intención de construir uno nuevo. Esta edificabilidad hubiese reducido sensiblemente el espacio de la nueva sede de CDC; de ahí la decisión tomada por los nacionalistas de adquirir el edificio para, posteriormente, abordar una rehabilitación en profundidad. 1.025 millones de pesetas CDC precisa que los 4.000 metros cuadrados del inmueble y, además, los 1.025 millones de pesetas que sufragará en total (625 millones de la compra más otros 400 de la rehabilitación) equivalen como mínimo al coste de una nueva construcción que ocuparía sólo la mitad del espacio. En favor de la misma lógica mercantil de esta operación, Enher señala que tenía "una cierta prisa por cerrar la venta", ya que conservar el edificio vacío le suponía "un coste de mantenimiento aproximado de más de 35 millones cada año, sin contar los impuestos y tasas municipales". La compañía decidió poner a la venta sus centros operativos en Barcelona a partir del proceso de fusión con Fecsa, la otra eléctrica catalana, que también es filial de Endesa. El grupo ha concentrado sus servicios de logística y administración en el edificio de las Tres Chimeneas, antigua propiedad de Fecsa, situado entre el barrio del Poble Sec y la avenida del Paral.lel. Antes de iniciar su programa de desinversiones, Enher pactó con los sindicatos un ajuste de plantilla de casi el 50% de sus trabajadores, basado en un programa de prejubilaciones incentivadas.Este acuerdo con los sindicatos sobre el plan de ajuste laboral resultó determinante en el momento de legitimar ante las centrales la venta del edificio de la calle de Còrsega.