Tribuna:

Escasez de papel

Los inversores volvieron a repetir en esta jornada de apertura semanal su papel de los últimos días, dándole así a su actuación un carácter ritual. El primer impulso es de miedo a un recorte serio debido a la orientación bajista de Wall Street, que trae consigo algunas ventas indiscriminadas que casi inmediatamente, y éste es el segundo paso, desaparecen ante su escasa cuantía.

En este punto hay que recordar de nuevo que, ahora más que nunca, el que se mueve no sale en la foto, es decir, que el dinero que sale del mercado de renta variable lo tiene muy difícil para colocarse en cualquie...

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Los inversores volvieron a repetir en esta jornada de apertura semanal su papel de los últimos días, dándole así a su actuación un carácter ritual. El primer impulso es de miedo a un recorte serio debido a la orientación bajista de Wall Street, que trae consigo algunas ventas indiscriminadas que casi inmediatamente, y éste es el segundo paso, desaparecen ante su escasa cuantía.

En este punto hay que recordar de nuevo que, ahora más que nunca, el que se mueve no sale en la foto, es decir, que el dinero que sale del mercado de renta variable lo tiene muy difícil para colocarse en cualquier otro activo medianamente atractivo.

La tercera fase responde en parte a la cuestión anterior y consiste en una vuelta del dinero al mercado hasta que Wall Street indica en su apertura por dónde va la tendencia actual.

Ayer, la Bolsa estadounidense volvió a abrir bajo la presión de un papel descontento con la evolución de los resultados empresariales, que parecen indicar que el periodo de bonanza económica puede estar tocando a su fin, al menos en cuanto a su ritmo.

El mercado neoyorquino cerró la sesión con un retroceso de 126,16 puntos (1, 43%) en el índice Dow Jones, indicador que quedó en 8.695, 60. La apertura bajista de Walt Street provocó nuevos recortes en el mercado español. Una suavización de las pérdidas al otro lado del Atlántico permitió que las plazas europeas pudieran terminar la jornada sin grandes sobresaltos. Madrid subió un 0,08%, dato que más que una indicación de tendencia es una declaración de intenciones con vistas al cierre del ejercicio.

El mercado de deuda, receptor de dinero en las últimas semanas, quebró su tendencia ante el atractivo que representaban los numerosos beneficios acumulados, lo que hizo subir la rentabilidad hasta el 4, 05%.

La contratación en el mercado continuo ascendió hasta los 165.107 millones de pesetas, una nueva muestra de la gran disponibilidad líquida del sistema, a pesar de la incertidumbre que ofrece la fase final del ejercicio, debido sobre todo a la trayectoria de Wall Street.

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