Tribuna:

A la defensiva

Los mercados de valores carecen de una orientación definida, consecuencia directa de la falta de datos o análisis realistas sobre el estado de la crisis financiera. Los economistas lanzan alertas sobre posibles impactos inmediatos y se sigue hablando de recesión, mientras que a nivel político todo está en vías de solución o convenientemente encarrilado.

La reacción de los inversores es defensiva, no porque los economistas tengan mayor credibilidad que los políticos, sino porque ante la duda la mejor opción es la liquidez. Ayer se negociaban en el mercado continuo 139.497 millones de pes...

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Los mercados de valores carecen de una orientación definida, consecuencia directa de la falta de datos o análisis realistas sobre el estado de la crisis financiera. Los economistas lanzan alertas sobre posibles impactos inmediatos y se sigue hablando de recesión, mientras que a nivel político todo está en vías de solución o convenientemente encarrilado.

La reacción de los inversores es defensiva, no porque los economistas tengan mayor credibilidad que los políticos, sino porque ante la duda la mejor opción es la liquidez. Ayer se negociaban en el mercado continuo 139.497 millones de pesetas, cantidad todavía suficiente como para no levantar mayores inquietudes. .

Las bolsas europeas abrieron al alza animadas por la recuperación de Wall Street en la tarde del martes, pero muy pronto se puso de manifiesto el desequilibrio existente entre dinero y papel, con un claro predominio de este último.

La apertura de Wall Street volvió a llenar de inquietud a los inversores que confiaban en que los recortes de los últimos días hubieran sido una corrección suficiente, pero a media sesión el mercado norteamericano perdía 165 puntos, que al cierre se limitaron a 69 (0,75%). Los anuncios de las macrooperaciones financieras de fusión de empresas no han conseguido animar a los inversores y las retiradas del mercado continúan marcando la pauta en Nueva York y contagiando al resto de las bolsas.

El mercado español, en concreto, está castigando más al sector llamado a protagonizar cualquier posible fusión, el financiero, que ya ofrece un descenso del 7,86% en tres sesiones. Las grandes empresas de servicios, Telefónica y Endesa, ocupan el segundo lugar en cuanto a con un 6%. Los otros dos índices selectivos, el de valores industriales y el complementario, bajan el 3,59% y el 2,09%, respectivamente. Con esos datos, y la ponderación de cuatro valores, es mucho más fácil comprender por qué la bolsa española ha bajado 6,55% en tan sólo tres días.

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