Tribuna:

Miedo a la crisis

El temor a un cierre en falso de la crisis financiera ha crecido en los últimos días debido a la creciente certidumbre de que la crisis económica sí que avanza en dirección a Occidente. El severo recorte sufrido por Wall Street en la jornada del lunes tuvo un seguimiento puntual en Europa, en donde los recortes se prodigaron durante todo el día y aumentaron a media sesión tras una nueva apertura bajista de Wall Street.

Para los inversores españoles, la cuestión básica era ayer salvar los muebles ante el peligro de incendio, esto es, intentar preservar a toda prisa los beneficios consegu...

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El temor a un cierre en falso de la crisis financiera ha crecido en los últimos días debido a la creciente certidumbre de que la crisis económica sí que avanza en dirección a Occidente. El severo recorte sufrido por Wall Street en la jornada del lunes tuvo un seguimiento puntual en Europa, en donde los recortes se prodigaron durante todo el día y aumentaron a media sesión tras una nueva apertura bajista de Wall Street.

Para los inversores españoles, la cuestión básica era ayer salvar los muebles ante el peligro de incendio, esto es, intentar preservar a toda prisa los beneficios conseguidos hasta ahora en un año en el que ya saben lo que es perder las ganancias de una sola tacada. De hecho, la caída de ayer, con un 2, 90%, es la más fuerte desde el pasado 1 de octubre, cuando el mercado bajó un 6,24% como colofón de los fuertes descuentos que llevaron al índice general al umbral de las pérdidas.

La contratación de esta jornada fue de 165.476 millones de pesetas en el mercado continuo, cifra que indica un descenso de la actividad y del interés de los grandes inversores por frenar el deterioro de sus carteras, al tiempo que denota una retirada de la inversión privada.

La caída de Wall Street del pasado lunes y una nueva apertura en la que las cotizaciones mostraban poca capacidad de resistencia, convencieron a los inversores europeos de la presencia de una nueva fase de volatilidad, pero esta vez con el peligro de perder su dinero. Un alza del 36% en dos meses, y después de perder unas ganancias del 50% durante el verano, también debe considerarse volatilidad, pero mientras los precios suben nadie lo tiene en cuenta.

Los mercados europeos recibieron un castigo aún mayor y que en algunos momentos superó el 5%, dato que debe tomarse como una referencia directa del temor de los inversores a la entrada de las economías europeas en una fase de enfriamiento o, peor aún, de recesión. Wall Street, sin embargo, se recuperó a media sesión y el Dow Jones cerró ganando 16, 99 puntos, para quedar en 9.133, 54.

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