AUTOMOVILISMO: RALLY DE GRAN BRETAÑA

Makinen acerca el título a Sainz

El piloto madrileño sólo necesita acabar cuarto para ser campeón tras el abandono de su rival

El tricampeonato dejó ayer de ser un sueño para Carlos Sainz. Después del accidente y la retirada de su único rival en el campeonato del mundo, el finlandés Tommi Makinen (Mitsubishi), durante la primera etapa del Rally de Gran Bretaña, el piloto madrileño de Toyota sólo necesita acabar entre los cuatro primeros de la última carrera de la temporada para coronarse por tercera vez. Sainz, que ayer acabó segundo, a 3,6 segundos del líder Colin McRae (Subaru), tiene por delante dos jornadas de tensión y control por los bosques de Gales.Fallaron los pronósticos y la emoción duró bien poco. Apenas m...

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El tricampeonato dejó ayer de ser un sueño para Carlos Sainz. Después del accidente y la retirada de su único rival en el campeonato del mundo, el finlandés Tommi Makinen (Mitsubishi), durante la primera etapa del Rally de Gran Bretaña, el piloto madrileño de Toyota sólo necesita acabar entre los cuatro primeros de la última carrera de la temporada para coronarse por tercera vez. Sainz, que ayer acabó segundo, a 3,6 segundos del líder Colin McRae (Subaru), tiene por delante dos jornadas de tensión y control por los bosques de Gales.Fallaron los pronósticos y la emoción duró bien poco. Apenas media mañana, lo que tardó el rally en cubrir sus primeros seis tramos cronometrados. El duelo entre Sainz y Makinen, separados al principio por sólo dos puntos en el Mundial, terminó con el finlandés en la calle después de sumar sólo 25 minutos de competición. Ahora la pelea del piloto madrileño es contra sí mismo, contra el reloj, contra los nervios, contra la mala suerte...

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Nadie esperaba que el desenlace fuera tan súbito, tan precoz, aunque Sainz ya había avisado de los peligros que ofrecía la primera etapa. "No hay nada que ganar, pero mucho que perder", explicaba el sábado. Su afirmación la verificó ayer precisamente su mayor enemigo, cuando chocó contra un muro y destrozó una rueda. Fue el sexto abandono de Makinen este año en 13 rallies, el tercero por culpa de un accidente. Sin el piloto finlandés, Sainz ya no necesita ganar, ya no está obligado a atacar, ya no tiene que controlar a todos los rivales. Para ser campeón del mundo por tercera vez precisa únicamente sumar tres puntos en esta última carrera, los que corresponden al cuarto clasificado.

Carlos puede ahora permitirse el lujo de conservar. Parece difícil que el piloto español cometa errores, porque no debe arriesgar. Su mirada va a fijarse en cada pieza de ese Toyota Corolla que estrenó al principio de la temporada. Hay que mimarlo como nunca, y si no sufre ninguna avería, Sainz celebrará el tricampeonato mañana por la tarde.

A partir de ahora no hay más enemigo que el destino. Ya no importa que los locales Colin McRae (Subaru) y Richard Burns (Mitsubishi) se muerdan por la victoria. Ya no hay que pensar en Makinen, que en Finlandia rezará para que algún mal fario aparte a Sainz de las cuatro primeras posiciones y le devuelva el título. Y ya es secundario si llueve o no, si hay barro o si está seco, si el tiempo sigue tan bueno como ayer.

Aun así, la tarea de Sainz sigue sin ser coser y cantar. El antiguo RAC Rally plantea todavía muchas trampas y la competencia, incluso para acabar en cuarta posición, es grande. Ayer, por ejemplo, los ocho primeros se ubicaron en un margen mínimo de una veintena de segundos, incluidos McRae, Sainz, Burns y otros protagonistas secundarios. como el hermano pequeño de los McRae, Alister, que debuta con Subaru; como los Ford del finés Juha Kankkunen y el belga Bruno Thiry, y como Didier Auriol, el compañero francés de Sainz en Toyota.

El piloto madrileño afronta la segunda etapa del rally en segunda posición, como le corresponde por terminar ayer en ese mismo lugar de la clasificación después de superar sin inconvenientes la dramática jornada inaugural, aunque él también pasó rozando el bloque de hormigón que arruinó a Makinen y le dio medio título. El recorrido de hoy incluye ocho tramos cronometrados y 143 kilómetros.

Como líder parte McRae, que ayer volvió a mostrarse como el gran favorito al ser el más rápido en ocho de los 13 tramos del día. El piloto escocés, vencedor de este rally en las tres últimas ediciones, tuvo un pequeño problema al aterrizar violentamente después de un salto en un cambio de rasante, pero defiende en Gales los 3,6 segundos de ventaja que acumuló ayer en las pruebas disputadas en Inglaterra.

Por su parte, los Seat Córdoba World Rally Car del equipo oficial español estuvieron discretos en su estreno en una prueba tan complicada como ésta. El finlandés Harri Rovanpera y el galés Gwydaf Evans se clasificaron 12º y 16º respectivamente. Y en la categoría de dos ruedas motrices, en la que Seat aspira al título mundial de marcas, su piloto Toni Gardemeister defendía anoche el segundo lugar, que sería suficiente para alcanzar ese objetivo.

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