Un año de prisión para el empresario ilicitano Paredes por envenenar aves rapaces

La Audiencia de Murcia ha condenado al empresario ilicitano José Paredes Castaño, propietario de la firma del calzado Paredes, y a Antonio Samper, encargado de la finca La Cerca de Arriba, en el municipio murciano de Sucina y propiedad del patrono, a un año de prisión por el envenenamiento de aves rapaces. Los jueces también estipulan la "inhabilitación especial para el ejercicio de la caza" por tres años y ordenan que indemnicen a la Agencia Regional para el Medio Ambiente y la Naturaleza con 900.000 pesetas. La Sociedad Española de Ornitología (SEO/Birdlife), que se presentó como acusación...

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La Audiencia de Murcia ha condenado al empresario ilicitano José Paredes Castaño, propietario de la firma del calzado Paredes, y a Antonio Samper, encargado de la finca La Cerca de Arriba, en el municipio murciano de Sucina y propiedad del patrono, a un año de prisión por el envenenamiento de aves rapaces. Los jueces también estipulan la "inhabilitación especial para el ejercicio de la caza" por tres años y ordenan que indemnicen a la Agencia Regional para el Medio Ambiente y la Naturaleza con 900.000 pesetas. La Sociedad Española de Ornitología (SEO/Birdlife), que se presentó como acusación particular en la causa abierta en 1996, ha calificado la condena de escueta aunque valora la importancia de que delitos como éste, difíciles de demostrar, acaben con condenas. El empresario ha recurrido ante el Tribunal Supremo. En la sentencia, fechada el pasado mes de julio, los jueces declaran probado que los condenados son responsables de un delito contra la protección de la fauna por la muerte de un búho real y de un águila perdicera, esta última catalogada como especie vulnerable a la extinción. Juan Criado, portavoz de SEO explica que ya a finales de 1989 se hallaron en la finca de Sucina 19 águilas perdiceras heridas (casi todas por cepos) así como multitud de cebos envenenados. Pero el nuevo Código Penal no estaba aprobado y no hubo castigo. Años más tarde, los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil, alertados por la aparición de un águila herida en las proximidades de la finca, encontraron en un pozo cerrado varios cadáveres recientes de búhos reales y águilas perdiceras además de jaulas y lazos. Para Criado no hay duda, el empresario "es un reincidente".

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