La Abadía de Montserrat inicia la informatización de su biblioteca
La Biblioteca de la Abadía de Montserrat, uno de los fondos bibliográficos más importantes de Cataluña, dio ayer un nuevo paso para abrir definitivamente sus puertas a los estudiosos: el inicio de la informatización de los catálogos de las fichas que contienen la información sobre los libros. Está previsto que, cuando acabe la operación, el fondo pueda ser consultado desde cualquier biblioteca informatizada del mundo, y posiblemente también a través de Internet. La Biblioteca de Montserrat -con más de 275.000 volúmenes, 30.000 folletos, 3.700 libros del siglo XVI, 396 incunables, 1.380 manusc...
La Biblioteca de la Abadía de Montserrat, uno de los fondos bibliográficos más importantes de Cataluña, dio ayer un nuevo paso para abrir definitivamente sus puertas a los estudiosos: el inicio de la informatización de los catálogos de las fichas que contienen la información sobre los libros. Está previsto que, cuando acabe la operación, el fondo pueda ser consultado desde cualquier biblioteca informatizada del mundo, y posiblemente también a través de Internet. La Biblioteca de Montserrat -con más de 275.000 volúmenes, 30.000 folletos, 3.700 libros del siglo XVI, 396 incunables, 1.380 manuscritos, 17.000 grabados, 72 atlas y 500 mapas antiguos- es uno de los fondos más importantes de Cataluña, sobre todo en bibliografía sobre formación humanística, histórica y teológica. La biblioteca es privada y su acceso está restringido a los estudiosos. La informatización del catálogo supondrá abrir definitivamente las puertas de la biblioteca a todas las personas interesadas en su contenido, lo que el padre Damià Roure ha definido como "una contribución importante en la difusión de los valores de la cultura bibliográfica en Cataluña". El proceso de informatización que, según los responsables del proyecto -la empresa Ifigenia-, concluirá dentro de tres años, tendrá un coste de 60 millones de pesetas, una cantidad que podría variar si surge algún tipo de contratiempo. La inversión está financiada por la Fundación Telefónica.