Entrevista:

Edipo en Estella

Después de la buena nueva, la tregua -algo tan normal y sano como es dejar de matar-, ya se aprecian los ensayos de ofertas para que quienes lo hacían no vuelvan a hacerlo. Quizás lo que no se dice, porque la responsabilidad sólo se achaca a los que han quedado fuera de la Declaración de Estella, es que la tregua haya sido ante todo producto del cansancio personal, precisamente cuando el terrorismo había alcanzado la cúspide de la crueldad. La tregua ha llegado tras dos acontecimientos ante los que Euskadi no se ha conmovido: el encarcelamiento de los miembros de la anterior Mesa Nacional de H...

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Después de la buena nueva, la tregua -algo tan normal y sano como es dejar de matar-, ya se aprecian los ensayos de ofertas para que quienes lo hacían no vuelvan a hacerlo. Quizás lo que no se dice, porque la responsabilidad sólo se achaca a los que han quedado fuera de la Declaración de Estella, es que la tregua haya sido ante todo producto del cansancio personal, precisamente cuando el terrorismo había alcanzado la cúspide de la crueldad. La tregua ha llegado tras dos acontecimientos ante los que Euskadi no se ha conmovido: el encarcelamiento de los miembros de la anterior Mesa Nacional de Herri Batasuna y el cierre de Egin. Han sido acontecimientos sin respuesta popular, lo que permite erigir la hipótesis de que el frente de Estella no sea más que la conversión en victoria política de la derrota de la violencia, por obra y acción de tanto acompañante. Puede ser que el papel del PNV haya sido heroico al ofrecer a ETA-HB cobijo político para que aterrizara, para que dejara la violencia en Estella. Pero puede estar ocurriendo lo contrario, que sea el PNV el que esté cogiendo vuelo. De hecho, se está produciendo un endurecimiento verbal y una actitud agresiva por parte del PNV, en el seno de una revisión respecto a su comportamiento en la transición democrática. Porque si ahora Ardanza y Arzalluz rechazan la Constitución de una forma radical, entonces, en la transición, aquel PNV optó por una tibia y oportunista abstención de la que se podían sacar todas las lecturas. Si ahora declaran muerto el Estatuto, entonces lideraron su reivindicación, lo conformaron en gran medida a su gusto y lo han patrimonializado durante toda su existencia. Si se permite cierto sentido del humor, diré que se han dado una panzada de Estatuto. Por eso les parece agotado. Y en toda esta revisión, le están dando la razón a ETA. Aprovechando la experiencia irlandesa, lo previo que se ha creado ha sido un frente abertzale, una histórica propuesta de ETA de finales de los sesenta denominada BAI -Batasuna, Askatasuna, Indarra (Unidad, Libertad, Fuerza)-que el PNV despreció entonces. Irlanda, con su secular enfrentamiento civil, supone el engrandecimiento de la violencia en Euskadi, que pasa de ser expresión de delincuencia, -"estos delincuentes", les llamaba Atutxa- a manifestación de un "conflicto" histórico de naturaleza política. En Estella se asume la necesidad histórica de ETA. El referente de Irlanda posee el inconveniente que, de no favorecer la paz, nos lleve a la situación irlandesa, al enfrentamiento civil. De la delincuencia al enfrentamiento civil. Estella podía haber sido algo más que un frente nacionalista si fuerzas constitucionalistas hubieran estado presentes, pero eso hubiera sido imposible. En Estella se constituye el bloque nacionalista, que como toda formulación nacionalista necesita previamente sus enemigos. Ese foro necesitaba enemigos desde su fundación, por esencia, porque no existe ni ha existido movimiento nacionalista sin enemigos. Cuando no existen, se crean. En el fondo, el problema sigue siendo el anticonstitucionalismo, la reacción conservadora, preliberal, que sustituye el monarca absoluto del antiguo regimen por el nacionalismo absoluto, que rechaza el sufragio universal, el concepto de la ciudadanía, la libertad individual y cualquier Constitución. Porque cuando se dice de esa manera que "el pueblo vasco no cabe en esta Constitución" sabemos por experiencia que se rechazan todas las posibles actitudes previas para llevarla a cabo, incluida una Constitución exclusiva para Euskadi. La vía municipal de adhesión a una formulación de país hecha por los nacionalistas, como plantea Herri Batasuna, supone una vía de desprecio a la conquista del sufragio universal. Hasta que Edipo no mate a su padre no desaparecerá su odio hacia la España constitucional, y muchos vascos, como en el pasado los negros en Suráfrica, serán vistos como extranjeros en su propia tierra.Aprovechando la experiencia irlandesa se ha creado la histórica propuesta BAI de ETA

Eduardo Uriarte es portavoz del Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de Bilbao.

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