Bélgica, el país anfitrión para buscar el apoyo internacional
Bélgica, el país anfitrión que ha permitido al autodenominado Movimiento de Liberación Nacional Vasco (MLNV) realizar todos los comprometidos movimientos que precedieron a la declaración de tregua de ETA, se perfila ahora como la plataforma europea desde la que la propia izquierda abertzale trata de articular las adhesiones internacionales de apoyo a la Declaración de Lizarra para reforzar su propuesta negociadora ante el Gobierno de José María Aznar.En este país europeo que ha mantenido a lo largo de estas tres décadas una estrecha relación de apoyo tácito al independentismo vasco, se enc...
Bélgica, el país anfitrión que ha permitido al autodenominado Movimiento de Liberación Nacional Vasco (MLNV) realizar todos los comprometidos movimientos que precedieron a la declaración de tregua de ETA, se perfila ahora como la plataforma europea desde la que la propia izquierda abertzale trata de articular las adhesiones internacionales de apoyo a la Declaración de Lizarra para reforzar su propuesta negociadora ante el Gobierno de José María Aznar.En este país europeo que ha mantenido a lo largo de estas tres décadas una estrecha relación de apoyo tácito al independentismo vasco, se encuentra la sede internacional del MLNV, donde radica el aparato de relaciones exteriores de todas las organizaciones que lo integran. Una tarea que actualmente dirige Elena Beloki.
Esta ex militante de ETA formó parte del aparato político hasta su detención, junto a Juan Antonio Urrutikoetxea, Josu Ternera, en Bayona en 1989 . Si el MLNV ha cultivado habitualmente las relaciones externas, y particularmente con los países donde se encuentran expulsados los militantes de ETA, en la actual coyuntura de tregua indefinida el trabajo de esta sede se ha multiplicado.
Desde Bruselas, el equipo que coordina Elena Beloki para establecer los contactos imprescindibles con los países a los que se solicita el respaldo a la nueva estrategia extrema sus esfuerzos de conseguir adhesiones al proceso de paz iniciado con la Declaración de Lizarra.
Representantes de Herri Batasuna han viajado a países de América y Europa con el fin de explicar la nueva situación de paz y en estos contactos no se esconde la intención de abrir puertas a la posibilidad de encontrar estados dispuestos a ofrecerse como anfitriones de hipotéticos contactos entre ETA y el Gobierno en un futuro.
También los firmantes del Acuerdo de Lizarra se han repartido la tarea de buscar el respaldo internacional al documento que precedió a la tregua y en el que se establece el procedimiento por el que se seguirá la futura negociación entre las fuerzas políticas. Precisamente los sindicatos vascos ELA y LAB tratan de obtener el respaldo de las principales centrales sindicales europeas, del mismo modo que se han intensificado los contactos tácitos con las embajadas de paises europeos.
Junto a las gestiones ante la ONU y otras plataformas internacionales que se están realizando desde el Foro de Irlanda, el PNV recaba el respaldo de los partidos del Partido Popular Europeo al que pertenece, para que le apoyen.