Prisiones asegura que sólo hay cuatro reclusos etarras enfermos fuera de Euskadi
Instituciones Penitenciarias afirma que sólo hay cuatro presos de ETA gravemente enfermos en cárceles de fuera de Euskadi, en contra de lo dicho por el consejero vasco de Justicia, Sabin Intxaurraga, que aseguró que hay "entre 20 y 40". El último en ser trasladado fue Patricio Goyenetxe, desde el penal de Murcia al de Nanclares de Oca (Álava), el mes de abril pasado. De los 535 reclusos etarras, Interior asegura que 80 son los que ya han cumplido las tres cuartas partes de su pena. Para Intxaurraga, en cambio, hay 120 en esa situación.
Francisco Javier Etxebarria González, Pedro Gurid...
Instituciones Penitenciarias afirma que sólo hay cuatro presos de ETA gravemente enfermos en cárceles de fuera de Euskadi, en contra de lo dicho por el consejero vasco de Justicia, Sabin Intxaurraga, que aseguró que hay "entre 20 y 40". El último en ser trasladado fue Patricio Goyenetxe, desde el penal de Murcia al de Nanclares de Oca (Álava), el mes de abril pasado. De los 535 reclusos etarras, Interior asegura que 80 son los que ya han cumplido las tres cuartas partes de su pena. Para Intxaurraga, en cambio, hay 120 en esa situación.
Francisco Javier Etxebarria González, Pedro Guridi Arocena, Mikel Vázquez de Luis y Fernando Díez Torres son los cuatro reclusos que, según fuentes penitenciarias, sufren enfermedades graves y están fuera de Euskadi. Etxebarria, que está privado de libertad desde 1986, tiene hernias discales que le producen fuertes dolores. Ha solicitado su traslado a la prisión de Basauri (Vizcaya) desde la de A Coruña,argumentando además que el clima de Galicia le perjudica.Guridi, actualmente preso en la cárcel de Albolote (Granada), también sufre hernia discal y precisa ser intervenido quirúrgicamente, motivo por el que pide ser trasladado al centro penitenciario de Martutene (San Sebastián).
Vázquez de Luis, encarcelado en la prisión de Lugo, también demanda su traslado a San Sebastián, ya que padece desviación del tabique nasal y eso le causa problemas respiratorios.
Díaz Torres, encarcelado desde que fue detenido en Tarragona en marzo de 1992 por su pertenencia al comando itinerante de ETA, está actualmente en la prisión de Almería. También sufre una hernia que le ocasiona fuertes dolores, según fuentes penitenciarias.
El último traslado
El último recluso que ha sido acercado a un centro penitenciario del País Vasco ha sido Patricio Goyenetxe, que el pasado mes de abril fue trasladado desde Murcia a Nanclares de Oca (Álava). Privado de libertad desde el año 1993, padece una grave dolencia de carácter mental.Del total de 535 etarras recluidos en penales españoles, hay 354 que están cumpliendo condenas y el resto (181) son preventivos, es decir, que aún están pendientes de ser sometidos a juicio. La inmensa mayoría (473) son hombres y los demás mujeres.
Según fuentes penitenciarias, 80 etarras ya han cumplido las tres cuartas partes de su condena, con lo cual tienen a su favor uno de los tres requisitos legales para quedar en libertad condicional. Sin embargo, para poder alcanzar tal situación, cuya concesión final es facultad de los jueces, estas personas necesitan previamente estar clasificadas en tercer grado penitenciario y contar con un informe en el que se aprecie su disposición a reintegrarse en sociedad. Pese a la expectación desatada por el anuncio del presidente del Gobierno, José María Aznar, de dar "una nueva orientación" a la política penitenciaria, fuentes de Interior indicaron que eso no se traducirá en "inminentes" traslados de presos. Medios penitenciarios aseguraron ayer que "por el momento" no hay ningún plan concreto.
Las fuentes informantes reconocen que es muy dificil pronunciarse sobre cuál es la opinión general del colectivo de presos. No obstante, los análisis realizados señalan que el sentimiento más extendido entre los etarras es de "expectación" y "esperanza" ante el proceso abierto por la declaración de tregua de ETA.
El Ministerio del Interior no tiene conocimiento de que alguno de los presos, ni siquiera los calificados de "duros", haya vertido opiniones radicalmente opuestas al alto el fuego, aunque hay alguno que no oculta sus reticencias sobre la actitud que puede adoptar el Gobierno "pese a que ahora no hay atentados".
Henri Parot, uno de los duros, escribió hace unos días una carta en Euskadi Información para desmentir lo que antes había publicado otro medio indicando que él se oponía al proceso de paz.