Tribuna

Pedir un crédito al Banesto

Parece que alguien atracó un banco ayer en Zaragoza porque salimos de estampida. ¿Será el Banesto? La primera hora de la etapa ha sido rapidísima. La carrera estaba loca. Por fortuna, se tranquilizó. Una mirada a izquierda y derecha. Allá está de nuevo, como en la etapa anterior, el coche de Eusebio Unzue. Sigue con la cara de preocupación. Es un buen momento para pedir un crédito al Banesto. La carrera vuelve a ir rápida. ¡Esperad, chicos, que me pongo el casco!. A estas velocidades, quién sabe lo que puede suceder. Hay que ir seguros.Santi Blanco a punto estuvo de tener un percance con Jalab...

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Parece que alguien atracó un banco ayer en Zaragoza porque salimos de estampida. ¿Será el Banesto? La primera hora de la etapa ha sido rapidísima. La carrera estaba loca. Por fortuna, se tranquilizó. Una mirada a izquierda y derecha. Allá está de nuevo, como en la etapa anterior, el coche de Eusebio Unzue. Sigue con la cara de preocupación. Es un buen momento para pedir un crédito al Banesto. La carrera vuelve a ir rápida. ¡Esperad, chicos, que me pongo el casco!. A estas velocidades, quién sabe lo que puede suceder. Hay que ir seguros.Santi Blanco a punto estuvo de tener un percance con Jalabert a la altura de Tudela. Sucedió cuando Blanco paró un momento para hacer pis, lo hizo tan bruscamente, que Jalabert por poco lo embiste. A esa velocidad, se podrían hacer daño. Y el bueno de Arsenio González va y suelta: "Jaba, por poco das en el blanco".

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Pronto volvió la tranquilidad. Los repechos del último tramo de la etapa volvieron a enloquecer al pelotón. Fue ahí donde se produjo el corte de los dos escapados y que llegó a meta. El gran grupo no se ha roto en mil pedazos pero Banesto lo ha pasado mal. Me fijo en sus movimientos y me digo: son vulnerables. De todos modos, es un gran equipo. Volvieron a coger las riendas de la carrera hasta el final en que los esprinters comenzaron a mover sus herramientas.

Mi gratitud y reconocimiento a la persona que se me acercó en la meta de Zaragoza para ofrecerme uno de los tres riñones que tiene si algún día me hiciera falta. Me emocioné con este acto generoso y solidario. Ignoro cómo supo que yo había nacido con un solo riñón.

Anoche nos acostamos pronto. Hoy toca el primer test serio. Se sube a la Laguna Negra de Neira. No creo que haya serias diferencias, pero Escartín y compañía le pueden sacar minuto o minuto y medio a Olano. El Kelme dará guerra.

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