El jefe de una contrata culpa de la tragedia del "Proof Spirit" a UNL

"Después de 30 años años de experiencia en el sector puedo decir que ningún astillero de España, incluso de Europa, carga el combustible en un buque en el que los operarios siguen trabajando". Francisco Illán, responsable de la subcontrata encargada de la instalación del sistema eléctrico del Proof Spirit, Inelca, fue rotundo ayer en su declaración ante el juez: la tragedia acaecida en el buque armado en los astilleros de Unión Naval de Levante (UNL) en Valencia es responsabilidad exclusiva de la empresa.

Illán declaró durante cerca de tres horas y media ante el titular del Juzgado de I...

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"Después de 30 años años de experiencia en el sector puedo decir que ningún astillero de España, incluso de Europa, carga el combustible en un buque en el que los operarios siguen trabajando". Francisco Illán, responsable de la subcontrata encargada de la instalación del sistema eléctrico del Proof Spirit, Inelca, fue rotundo ayer en su declaración ante el juez: la tragedia acaecida en el buque armado en los astilleros de Unión Naval de Levante (UNL) en Valencia es responsabilidad exclusiva de la empresa.

Illán declaró durante cerca de tres horas y media ante el titular del Juzgado de Instrucción número 9 de Valencia, el magistrado encargado de investigar el accidente en el que murieron 18 trabajadores el 4 de julio de 1997. Su testimonio, prestado en calidad de testigo, fue tan claro como emotivo. El declarante perdió a su hijo en el accidente, pero insistió, sin titubeos, en que la carga de combustible mientras se desarrollaban diversos trabajos en el buque fue la "única y directa responsable" del siniestro. "Esa es una práctica totalmente controlada en todos los astilleros de España, y muchos de Europa, en los que he trabajado en mis 30 años en el ramo. El suministro de gasolina se hace cuando la actividad en el barco es mínima y, siempre, con advertencias previas", aseguró Illán al finalizar su comparecencia. El juez y el fiscal del caso barajan la hipótesis, tras el estudio de los diversos informes periciales sobre el accidente, de que la deflagración que provocó la tragedia se produjo cuando una fuga de combustible coincidió con los trabajos de soldadura que se realizaban en la sala de máquinas del buque. El hijo del responsable de Inelca, Daniel Illán Rubí, trabajaba allí cuando sobrevino el accidente. Murió, como los otros dos operarios de Inelca, la empresa radicada en Bilbao que diseñó e instaló el sistema eléctrico del Proof Spirit. En opinión del testigo, residente en la capital de Vizcaya pero nacido en Crevillent, la causa final del siniestro -la fuga de combustible- "es puramente circunstancial. Si UNL hubiera tomado las medidas de seguridad pertinentes, el accidente nunca habría sucedido". El fiscal encargado del caso aseguró ayer que la instrucción de la causa podría finalizar antes de navidad, según informa Europa Press. Antes, el Instituto Nacional de Tecnología Aeroespacial presentará los resultados de nuevos informes periciales y los responsables de seguridad de UNL y los encargados del montaje de las tuberías del buque prestarán declaración.

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