Entrevista:

"Los madrileños son igual de informales que los indios"

Hurgar en la vida de Ashok es como empezar a leer una novela. Y es que la existencia de este indio, que lleva ya siete años viviendo en Madrid, se parece a un cuento de hadas. Cuando Ashok habla, siempre ríe, y aún más cuando recuerda los días en la India. Con una mirada profunda y los ojos chispeantes explica que a los 19 años tenía una obsesión: ser escritor. Y para poder escribir un libro, Ashok necesitaba tener vivencias fuertes. Decidió entonces irse solo a viajar por la India sin avisar a sus padres. Fue así como empezó un largo recorrido a pie de 20.000 kilómetros que duró más de seis a...

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Hurgar en la vida de Ashok es como empezar a leer una novela. Y es que la existencia de este indio, que lleva ya siete años viviendo en Madrid, se parece a un cuento de hadas. Cuando Ashok habla, siempre ríe, y aún más cuando recuerda los días en la India. Con una mirada profunda y los ojos chispeantes explica que a los 19 años tenía una obsesión: ser escritor. Y para poder escribir un libro, Ashok necesitaba tener vivencias fuertes. Decidió entonces irse solo a viajar por la India sin avisar a sus padres. Fue así como empezó un largo recorrido a pie de 20.000 kilómetros que duró más de seis años. Seis años durante los cuales su familia le creía muerto. Las vueltas de la vida le llevaron a la fotografía. Un buen día, mientras estaba en un pueblo, se le acercó un hombre que le regaló una cámara que costaba 200 pesetas. Ashok empezó a sacar fotos y fotos. Al estar en Bombay, Ashok, que guarda en secreto su edad, mostró sus fotos a un periodista de Home Life, una importante revista de la India. Le gustaron mucho las imágenes de Ashok y sobre todo le impresionó su calidad. Al día siguiente, un artículo con sus fotos se publicaba en Home Life. Desde entonces las notas de prensa sobre este indio no pararon, y Ashok no cesa de exponer sus imágenes por todo el globo. La última muestra se llama La India profunda y se puede ver hasta el próximo día 20 en el Círculo de Bellas Artes.Pregunta. ¿Qué aprendió en su largo viaje?

Respuesta. Viajar por la India te hace más humilde. Aprendí también a conocer más a la gente y a quererles más.

P. ¿Qué le gusta en la fotografía?

R. La sencillez. No me gusta nada el sensacionalismo. A mí me encanta el retrato y sobre todo cuando la imagen refleja los sentimientos de la persona. Por eso, cuando saco una fotografía de una persona siempre hablo antes con ella. Es la única manera de captar la esencia de su alma.

P. ¿Cuándo puede saber que ha sacado el alma de una persona con una cámara?

R. Lo sé porque he hablado con ella antes.

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P. ¿Y cuántas fotografías tiene que sacar para conseguirlo?

R. Al principio no sabía nada de fotografía. Durante mi viaje, siempre que sacaba una foto de una persona lo hacía en una sola toma, porque no tenía dinero, y tenía que escoger muy a menudo entre comer o comprarme un carrete. Por supuesto, compraba el carrete.

P. Lleva siete años en Madrid, ¿qué opina de esta ciudad?

R. La gente aquí se parece a los indios. Son igual de informales.

La India profunda, en el Círculo de Bellas Artes, hasta el día 20 de septiembre, lunes a viernes de las 17.00 a las 21.00. Calle de Alcalá, 42. Metro Banco.

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