Cartas al director

Ley electoral participativa

Feministas amigas nuestras, próximas al PSOE, acaban de iniciar su particular campaña para ampliar las cuotas femeninas en las listas electorales para homologarnos, dicen, con los países de la Europa democrática más avanzada. Pero, como cada cuatro años, se olvidan de un pequeño detalle: que, a diferencia de todas las democracias europeas, nuestra ley electoral no permite ni la elección directa ni los votos preferenciales por tal o cual candidata. Con listas bloqueadas y cerradas, ¿cómo controlar que vuestras lealtades no se desvirtúen por la disciplina de partido? (como ocurrió con la ley del...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Feministas amigas nuestras, próximas al PSOE, acaban de iniciar su particular campaña para ampliar las cuotas femeninas en las listas electorales para homologarnos, dicen, con los países de la Europa democrática más avanzada. Pero, como cada cuatro años, se olvidan de un pequeño detalle: que, a diferencia de todas las democracias europeas, nuestra ley electoral no permite ni la elección directa ni los votos preferenciales por tal o cual candidata. Con listas bloqueadas y cerradas, ¿cómo controlar que vuestras lealtades no se desvirtúen por la disciplina de partido? (como ocurrió con la ley del cuarto supuesto del aborto). Aparte la homologación con los hombres en cuanto a imagen en los medios de comunicación, ¿de qué nos sirve a las ciudadanas que haya un 30% o un 90% de mujeres en vuestras listas? ¿Cómo exigiros cuentas de vuestra gestión? No es de extrañar que aumente la abstención.La lucha por las cuotas, que en el resto de Europa tendría tal vez una justificación, aquí sólo beneficia a la élite de los partidos. ¿Para cuándo una ley electoral auténticamente participativa y avanzada? Otro pequeño detalle: las suecas, que

Pasa a la página siguiente

Viene de la página anterior

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

tienen el porcentaje de diputadas más alto del mundo, no tienen cuotas; pero sí, una sociedad mucho más igualitaria. Sí, reformemos la ley electoral, pero toda ella, no sólo un pelín cosmético.- y tres firmas más. .

Archivado En