González: "Me gustaría que la Justicia se respetara a sí misma tanto como yo lo hago"

La sentencia del caso Marey es "radicalmente injusta", afirma Felipe González en una entrevista que hoy publica la revista Tiempo. "Cuando se dice eso", explica, "parece que uno no le tiene respeto a las instituciones. Yo las respeto. Es más, me gustaría que algunas instituciones se respetaran a sí mismas tanto como yo las respeto".El expresidente del Gobierno insiste, como ha venido manteniendo en anteriores declaraciones, que el juicio debió concluir con la absolución de José Barrionuevo y Rafael Vera. "Ésa es mi convicción. ¿Tengo derecho a expresarla?", se pregunta; "lo que tengo es la obl...

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La sentencia del caso Marey es "radicalmente injusta", afirma Felipe González en una entrevista que hoy publica la revista Tiempo. "Cuando se dice eso", explica, "parece que uno no le tiene respeto a las instituciones. Yo las respeto. Es más, me gustaría que algunas instituciones se respetaran a sí mismas tanto como yo las respeto".El expresidente del Gobierno insiste, como ha venido manteniendo en anteriores declaraciones, que el juicio debió concluir con la absolución de José Barrionuevo y Rafael Vera. "Ésa es mi convicción. ¿Tengo derecho a expresarla?", se pregunta; "lo que tengo es la obligación de hacerlo". Frente a las críticas que ha provocado su decisión de firmar los recursos de Barrionuevo y Vera ante el Tribunal Constitucional, González asegura que "incluso algunos gobernantes" comparten su idea de que la sentencia es injusta: "¿Cuál es la diferencia? Que yo, si sé que es injusta, trato de hacer lo que está en mi mano, dentro de la legalidad vigente. Otros miran para otro lado".

"Es evidente", afirma, "que se ha hecho una operación selectiva de criminalización de los primeros años del Gobierno socialista". Y no se muestra optimista sobre el futuro: "Van a continuar judicializando la política y debilitando al Estado democrático".

Triturar el voto del PSOE

El problema, a su juicio, radica en que el Gobierno carece de proyecto de país y el PP, convencido de que su techo electoral está en el 39%, basa todas sus esperanzas en "triturar las expectativas de voto del Partido Socialista".González ironiza sobre el anunciado giro hacia el centro del PP -"este viaje al centro es más largo que la Larga Marcha de Mao. ¿Desde dónde vendrían cuando tardan tanto en llegar al centro?"- y califica a José María Aznar de "persona con poca consistencia", carente de "peso político", lo que "se disimula con una política agresiva".

"El grupo estratégico gobernante, el que llegó efectivamente al poder, no tiene un talante democrático, ni lo que ahora llaman centrista. Ni lo ha sido, ni lo es, ni lo va a ser. Es una esperanza vana", dice.

González se declara preocupado por la reacción del Gobierno y las fuerzas democráticas ante una próxima tregua de ETA: "¿Qué se le puede dar, en términos políticos, a quien en el plazo de días o semanas puede ofrecer dejar de matar un rato?".

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No menos grave se muestra al hablar de los dirigentes del PNV, a los que atribuye la idea de que "no hay nadie legitimado para gobernar en Euskadi, aunque tenga mayoría, que no sea el PNV", y califica de "cínica" la postura del PNV y el PP, "de acuerdo en todo, menos en la política antiterrorista".

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