Reportaje:

UDC: el socio tiene proyecto

La pareja comenzó su vida en común hace 20 años. CDC aportó lo fundamental: un mullido almohadón de votos y una sólida y patriarcal casa común nacionalista. Pasaron los años y Unió fue madurando. Crecía a la sombra de Convergència, pero poco poco perdía el miedo a volar. Así remozó el ideario democristiano y forjó una cada vez menos disimulada praxis diferenciada. Las otrora apacibles sobremesas de la gran casa común del centro derecha nacionalista han desembocado en riñas cada vez más frecuentes. El último episodio ha sido la petición de Unió de que su líder, Josep Antoni Duran Lleida, ocupe ...

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La pareja comenzó su vida en común hace 20 años. CDC aportó lo fundamental: un mullido almohadón de votos y una sólida y patriarcal casa común nacionalista. Pasaron los años y Unió fue madurando. Crecía a la sombra de Convergència, pero poco poco perdía el miedo a volar. Así remozó el ideario democristiano y forjó una cada vez menos disimulada praxis diferenciada. Las otrora apacibles sobremesas de la gran casa común del centro derecha nacionalista han desembocado en riñas cada vez más frecuentes. El último episodio ha sido la petición de Unió de que su líder, Josep Antoni Duran Lleida, ocupe el segundo puesto en la lista de CiU para las próximas elecciones autonómicas. El socio minoritario se ha crecido: ha pasado del raquitismo político que afectó a la familia democristiana a tener proyecto diferenciado. De momento, Unió prefiere la seguridad de un sólido matrimonio a una aventurada soltería, aunque eso sí, está dispuesta a conservar su preciado y trabajado espacio político. Nacionalismo. Se ha dicho que UDC mira el nacionalismo desde el racionalismo. En todo caso, en ocasiones, parece mirarlo con otros ojos que CDC. Eso le acarrea frecuentes críticas de su aliado. La cumbre nacionalista de Barcelona reunió a finales de julio en la capital catalana a CiU, BNG y PNV. Unió acogió con frialdad el encuentro, que en un documento de trabajo abogaba por una España confederal. Duran no estará presente en la próxima reunión que los nacionalistas efectuarán en el País Vasco -este mes- y Galicia. Ha alegado problemas de agenda. Otros dirigentes de UDC han hablado de la iniciativa como algo que atenta a la propia estrategia de CiU: "Con frentes nacionalistas de esta índole se consigue el efecto contrario al deseado; que el PP y el PSOE se unan en un frente nacionalista español, como propugnan desde algunos sectores ambos partidos". Unió ha abogado, en general, por un nacionalismo menos esencialista y más próximo a la cotidianidad . "Ni Mancini, ni Herder, ni Renan, ni Almirall, ni Torras y Bages, ni Prat de la Riba se enfrentaron a la internacionalización económica, Internet, los satélites, la crisis del Estado de bienestar o la Unión Europea". Estas palabras de Duran fueron pronunciadas el 25 de julio de 1996 en L"Ampolla (Baix Ebre) durante la escuela de verano de las juventudes de UDC. El líder democristiano agregó en aquella ocasión: "Si el ciudadano está en el paro, no puede pagar la hipoteca o no llega a fin de mes, ¿que importancia tiene para él ser español, vasco, europeo o catalán?". Negociar con Madrid. Unió Democràtica siempre ha hecho una bandera de la unidad de las fuerzas políticas catalanas para negociar con Madrid, negociación que en manos de Convergència es una rentable herramienta política. Durante el 20º congreso de UDC (diciembre de 1996), los democristianos pidieron que se forjara una política unitaria catalana para hacer frente común ante el Gobierno central en todo aquello referente al incremento del autogobierno, aun a sabiendas de que es rechazado por Jordi Pujol, quien ha convertido la negociación con Madrid en uno de los ejes de su política. No es extraño que la política de frente unitario de Unió provoque entusiasmo en la oposición, lo que excita precisamente al socio mayoritario de la coalición gobernante. Tampoco hay que olvidar que Duran es parte en esa contienda desde la dimisión de Miquel Roca, preside la parte catalana de la Comisión Mixta de Transferencias Estado-Generalitat. Lengua. Quizá como expresión de un nacionalismo menos esencialista y, sin duda, de una notable astucia política, Unió ha mantenido dos reuniones con representantes del Foro Babel -la plataforma que defiende el bilingüismo-. Los encuentros -que nunca ha tenido Convergència- se han producido en la propia sede del Unió. La dirección de UDC con motivo de la Ley de Política Lingüística hizo diversos llamamientos a todos los partidos a renunciar a aquellas pretensiones "legítimas" pero partidistas que pudieran dificultar un amplio consenso político y social en torno a la Ley de Política Lingüística. Precisamente fue la ley del catalán la que en marzo de 1997 puso a CiU al borde de la ruptura. Una envenenada polémica entre Duran y Pujol -en la que más allá de lo que se decía parecía pesar lo que se intuía- puso a prueba la solidez de la relación entre ambas formaciones. El líder democristiano afirmó en aquella ocasión que no había nada que decir del anteproyecto de ley hasta que saliera del trámite parlamentario. Pujol entendió que UDC se desentendía de un un anteproyecto que había obtenido luz verde del Gobierno de la Generalitat, en el que UDC estaba representada por tres consejeros. El tiempo, que no la voluntad de perdón, cicatrizó las heridas. La lengua y la cultura han sido motivo frecuente de divergencia. Sirva como ejemplo el presidente de UDC, Joan Rigol, quien durante su corto mandato como consejero de Cultura quiso alcanzar un pacto cultural: su última iniciativa política. La destitución fue fulminante.

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