Tribuna:

Confianza bajo mínimos

La moratoria en el pago de la deuda rusa, junto con la devaluación del rublo, justo dos días después de los tajantes desmentidos del presidente ruso, han minado la maltrecha confianza de los inversores en la actual coyuntura.

El resultado de la Bolsa de Tokio, que ha perdido el nivel de los 15.000 yenes por tercera vez en el año, abrió la caja de los truenos para los inversores europeos, que tuvieron un estreno semanal en el que se rozaba el pánico.

El mercado español conseguía aminorar el descenso inicial, de casi 15 puntos, al constatar que el papel acudía al mercado en cantida...

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La moratoria en el pago de la deuda rusa, junto con la devaluación del rublo, justo dos días después de los tajantes desmentidos del presidente ruso, han minado la maltrecha confianza de los inversores en la actual coyuntura.

El resultado de la Bolsa de Tokio, que ha perdido el nivel de los 15.000 yenes por tercera vez en el año, abrió la caja de los truenos para los inversores europeos, que tuvieron un estreno semanal en el que se rozaba el pánico.

El mercado español conseguía aminorar el descenso inicial, de casi 15 puntos, al constatar que el papel acudía al mercado en cantidades aceptables y que los nervios por deshacer posiciones se agotaron en el lance de la apertura. La contratación del mercado continuo fue de 69.700 millones de pesetas, la segunda más baja del año, pero en sí es un buen dato, pues indica que la presión del papel no ha sido excesiva y que los cuidadores no han efectuado grandes esfuerzos para absorberlo, aunque sí para evitar que los precios registraran caídas mucho mayores.

La apertura de Wall Street, con algunos altibajos, pero con vocación alcista, quitó algo de hierro al asunto y permitió a las bolsas europeas terminar la sesión con altibajos insignificantes. La Bolsa de Madrid perdió un 0,25%, 2,15 puntos.

El dinero volvió a utilizar el mercado de deuda como refugio y la rentabilidad a 10 años llegó en algunos momentos hasta el 4,70%. No obstante, a última hora se puso de manifiesto el enorme grado de desconfianza de los inversores y los precios cedieron, con lo que la rentabilidad del bono español terminó en el 4,72%, repitiendo el mínimo histórico, al tiempo que el diferencial con Alemania muestra que los inversores de aquel país veían peor la bolsa que los españoles. No en vano Alemania es uno de los primeros inversores en Rusia y uno de los mayores prestatarios.

La prima de riesgo entre España y Alemania se situó en 0, 30 puntos, uno de los datos más altos de este año, pero ayer resultaba complicado sacar conclusiones del crecimiento de ese dato.

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