Tribuna:

Recuperación parcial

Las bolsas consiguieron ayer recuperar posiciones gracias a estabilidad del yen en las primeras horas de la mañana y, después, a la apertura al alza de Wall Street. La Bolsa de Madrid cerró con un avance del 0,72%, 6,20 puntos, que sin embargo no impide que el resultado semanal vuelva a ser negativo. Nueva York terminaba la sesión con un descenso de 34,50 puntos, un 0,41% y quedó en 8.425.

La contratación se mantuvo en los niveles habituales y todo indica que los inversores siguen a la espera de novedades. El Banco de España repitió el tipo de interés en la subasta celebrada ayer, como ...

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Las bolsas consiguieron ayer recuperar posiciones gracias a estabilidad del yen en las primeras horas de la mañana y, después, a la apertura al alza de Wall Street. La Bolsa de Madrid cerró con un avance del 0,72%, 6,20 puntos, que sin embargo no impide que el resultado semanal vuelva a ser negativo. Nueva York terminaba la sesión con un descenso de 34,50 puntos, un 0,41% y quedó en 8.425.

La contratación se mantuvo en los niveles habituales y todo indica que los inversores siguen a la espera de novedades. El Banco de España repitió el tipo de interés en la subasta celebrada ayer, como esperaba el mercado tras un dato de inflación que va a estropear las vacaciones a más de un analista.

En cuanto a la evolución del yen, si a primeras horas de la mañana se cotizaba a 145 frente al dólar, la fortaleza que mostraba la divisa de EE UU al cierre de los mercados volvió a situarlo en 146,18, otra vez en la zona crítica que es motivo de preocupación general.

El ambiente de los mercados continúa lleno de incertidumbre a pesar de que en esta sesión se intentó hacer valer la situación de las economías del área del euro y de la del dólar frente a los problemas externos. Esa valoración, aunque acertada en el fondo, choca con la desconfianza de los inversores, que no se debe sólo a la debilidad del yen y del rublo.

Madrid ha bajado las cuatro últimas semanas, acumulando una pérdida del 8,12%, una cantidad aceptable teniendo en cuenta las ganancias anteriores, pero que indica la presencia de otros problemas menos lejanos.

El mercado de deuda, también lleno de altibajos, volvió a disfrutar de una nueva entrada de fondos que simplemente buscaban un refugio circunstancial, pero que al final de la sesión hicieron caer la rentabilidad de la deuda hasta el 4,74%. Una vez más, los mercados de deuda español y alemán se movieron al unísono y el diferencial se mantuvo en 0,28 puntos, un dato que ahora, una vez conocida la evolución de la inflación en julio, parece más lógico que hace un par de semanas.

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