Tribuna:

"Pacto de silencio"

He explicado en varias ocasiones la Constitución española a trabajadores marroquies residentes en España en cursos organizados por ATIME. He tenido, en consecuencia, la oportunidad de conocer y de hablar detenidamente con algunos de los dirigentes de dicha asociación cuando discutíamos qué sentido debía tener la "clase" que debía impartir. El recuerdo que tengo de ellos es el de personas con una percepción muy equilibrada de la realidad española, preocupadas por conseguir la integración de los trabajadores marroquíes en España y nada propensas a descalificaciones de grueso calibre. En ningún ...

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He explicado en varias ocasiones la Constitución española a trabajadores marroquies residentes en España en cursos organizados por ATIME. He tenido, en consecuencia, la oportunidad de conocer y de hablar detenidamente con algunos de los dirigentes de dicha asociación cuando discutíamos qué sentido debía tener la "clase" que debía impartir. El recuerdo que tengo de ellos es el de personas con una percepción muy equilibrada de la realidad española, preocupadas por conseguir la integración de los trabajadores marroquíes en España y nada propensas a descalificaciones de grueso calibre. En ningún terreno Justamente por eso, cuando leí ayer que ATIME afirmaba que había indicios de que ha habido un "pacto de silencio" entre las autoridades marroquíes y españolas para silenciar la última tragedia en el estrecho de Gibraltar, en la que murieron 38 personas al naufragar la patera en la que viajaban, la denuncia me llamó poderosamente la atención. Por el tema sobre el que versaba y por venir de dónde venía. En realidad, me produjo más impacto ese "pacto de silencio" que el "genocidio de pobres" utlizado por la Asociación Pro-Derechos Humanos de Andalucía. "Pacto de silencio" sitúa el problema donde tiene que ser situado. No descalifica en abstracto sino que indica en concreto aquello que tiene que ser investigado. En una cuestión tan extraordinariamente complicada como es esta de la inmigración clandestina, creo que es bueno que las denuncias delimiten con la mayor precisión posible el alcance de aquello que denuncian. Una descalificación global no conduce a ningún sitio. Ahora bien, para que esas denuncias razonablemente formuladas no caigan en saco roto, es importante que sean tomadas en serio y sean investigadas como deben serlo. El Ministerio del Interior no puede dejar sin investigar las circunstancias en las que se produjo la muerte de esas 38 personas y si hubo alguna responsabilidad por denegación de auxilio o por "silenciar" posteriormente el hecho por parte española.JAVIER PÉREZ ROYO

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