Los desencadenantes de la protesta
Jalabert, en nombre del pelotón, no tardó mucho en desgranarle a Jean Marie Leblanc el pliego de cargos contra el Tour, los motivos de la protesta de los corredores. Por un lado están los motivos subjetivos: todos los corredores arrastran una situación moral que se sitúa en niveles bajo cero y que se resumen en: nos tratan como delincuentes, todo lo que hacemos está bajo sospecha, se habla más de asuntos judiciales, policiales, médicos y de dopaje que de la carrera... O resumidos en la anécdota que vivió Andrea Ferrigato, el italiano del Vitalicio: "Se me acercó un niño el otro día en la salid...
Jalabert, en nombre del pelotón, no tardó mucho en desgranarle a Jean Marie Leblanc el pliego de cargos contra el Tour, los motivos de la protesta de los corredores. Por un lado están los motivos subjetivos: todos los corredores arrastran una situación moral que se sitúa en niveles bajo cero y que se resumen en: nos tratan como delincuentes, todo lo que hacemos está bajo sospecha, se habla más de asuntos judiciales, policiales, médicos y de dopaje que de la carrera... O resumidos en la anécdota que vivió Andrea Ferrigato, el italiano del Vitalicio: "Se me acercó un niño el otro día en la salida y me preguntó si le vendía EPO. Más que pensar en darle un tortazo, me quedé blanco, pensando en lo bajo que habíamos caído en la estima del público".Y por otro lado, los motivos objetivos. Existe entre los corredores un sentido de solidaridad por la detención de unos compañeros por el delito de presuntamente haberse dopado. Y también existen causas objetivas para la sensación de acoso que viven, entre ellas la falta de comunicación con la UCI, su federación. Recordó Jalabert a Leblanc que el presidente de la UCI, el holandés Hein Verbruggen, visitó hace un par de días el Tour y que no se dignó a hablar con los corredores en unos momentos en que el caso Festina había desencadenado ya la sensación de malestar. Y no sólo eso, el jueves les llegó una notificación desde Lausana en la que la UCI les prevenía de que en cualquier momento del Tour podrían ser sometidos a análisis completos de sangre y orina. Los datos de esos análisis se confrontarían con los resultados sacados de una estadística de un ciudadano normal, y dependiendo de las diferencias se podrían tomar medidas contra los corredores.
La "gota que desbordó el vaso", en palabras de Leblanc, fue la emisión el jueves en la televisión francesa de un reportaje "tendencioso". Unos reporteros de la televisión se hicieron con una bolsa de basura abandonada por el Asics en su hotel. En ella había jeringuillas con restos de sustancias que la televisión hizo analizar: eran corticoides, sustancias permitidas para infiltrar a los corredores lesionados. La televisión lo presentó como otro escándalo de dopaje.