Entrevista:

PACO GANDÍA HUMORISTA "Por una cara cuento chistes; por la otra pido perdón"

"Cuando nací no había ni niños; tenía que jugar solo". Paco Gandía mitiga su longevidad presentando sus credenciales castrenses. "Soy de la quinta del 54". Este sevillano de la Puerta Osario acaba de sacar un disco con 36 chistes, Riendo se entiende la gente, que incluye el más clásico de su repertorio, Tragedia de un niño harto de garbanzos en una plaza de toros, el mismo que le contó hace 33 años a José María Íñigo en una oficina del hotel Eurobuilding y lo catapultó al estrellato del humor. Pregunta. ¿Nació para contar chistes? Respuesta. Me pasé más tiempo con el mono puesto que Marco bu...

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"Cuando nací no había ni niños; tenía que jugar solo". Paco Gandía mitiga su longevidad presentando sus credenciales castrenses. "Soy de la quinta del 54". Este sevillano de la Puerta Osario acaba de sacar un disco con 36 chistes, Riendo se entiende la gente, que incluye el más clásico de su repertorio, Tragedia de un niño harto de garbanzos en una plaza de toros, el mismo que le contó hace 33 años a José María Íñigo en una oficina del hotel Eurobuilding y lo catapultó al estrellato del humor. Pregunta. ¿Nació para contar chistes? Respuesta. Me pasé más tiempo con el mono puesto que Marco buscando a su madre en Argentina. Con 11 años entré en una carpintería; después me coloqué en Hytasa; en la fábrica de caramelos Mauri; fui repartidor de gaseosas y sifones, fui ditero, refinador de aceites en la casa Rosil. En todo he sido un fenómeno, menos en el humor. Pero me mantengo y no soy de los más malos. P. Decía Hamlet que se puede sonreír y ser un canalla... R. Claro que se puede. Me gusta que me digan las cosas a la cara y no por detrás. P. ¿Qué cosas le hacen reír? R. La gracia natural, no la prefabricada. Hay mucha gente que cuenta chistes. Pero es como todo. Si hubiera veinte Raúles en el fútbol... P. ¿Es la risa el arma del pobre contra el rico? R. No hace falta ser rico para ser feliz. Aunque a la felicidad sin avíos le pasa como al fandango, que sin la guitarra no suena bien. P. ¿Se considera incombustible? R. Me encanta ver a la gente olvidarse un poco de sus problemas. No me he ido ya por eso mismo. P. ¿Conecta más con el humor británico o con el de Lepe? R. A mí los chistes escenificados no me gustan. Eso sólo sabe hacerlo bien Benny Hill. Prefiero el cuerpo a cuerpo con la palabra. P. ¿El hambre despierta la imaginación? R. En los tiempos aquéllos del cuplé, no había más remedio. Mi madre nos daba de comer chorizo a la sombra. Le daba siete manos de barniz al chorizo y después lo usaba para majar el gazpacho. A mí me operaron en la mili de seis metros de tripa sin estrenar. P. Treinta y tres años contando chistes. Los mismos que Cristo dedicó a los milagros y las parábolas... R. Algún chiste contaría. Porque entonces también había arte. P. ¿Se pierde la gracia en el disco? R. El disco es un sinvivir continuo. ¿Se venderá?, ¿no se venderá? Vale la pena si le sirve al que va viajando por la carretera para que el camino se haga más corto. En la cara A cuento muchos chistes; en la cara B, pido perdón.

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