Tribuna:

Volumen en declive

La Bolsa española intentó con éxito acercarse a la zona de los máximos, a pesar de que la situación japonesa amenaza con reverdecer la crisis. La premura que exige el entorno internacional a las autoridades económicas japonesas para que adopten las medidas necesarias para solventar la crisis financiera se ha visto frenada, en parte, por la dimisión del primer ministro. Todos los analistas se han apresurado a destacar que el sucesor adoptará las premisas existentes, pero el proceso llevará tiempo y Occidente tiene prisa.

La contratación en el mercado continuo volvió a quedar por debajo d...

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La Bolsa española intentó con éxito acercarse a la zona de los máximos, a pesar de que la situación japonesa amenaza con reverdecer la crisis. La premura que exige el entorno internacional a las autoridades económicas japonesas para que adopten las medidas necesarias para solventar la crisis financiera se ha visto frenada, en parte, por la dimisión del primer ministro. Todos los analistas se han apresurado a destacar que el sucesor adoptará las premisas existentes, pero el proceso llevará tiempo y Occidente tiene prisa.

La contratación en el mercado continuo volvió a quedar por debajo de los 100.000 millones de pesetas efectivas, cifra que pone al descubierto la excesiva buena voluntad de los compradores, a los que no parece importar demasiado el precio a que están adquiriendo los títulos. Las bolsas europeas, con la de París cerrada por ser jornada festiva, mostraron un comportamiento más moderado ante una situación internacional confusa en la que las ayudas necesarias para sacar a Rusia y Japón de sus crisis están a la vuelta de la esquina pero no terminan de llegar.

La apertura de Nueva York también fue indecisa, con algunos altibajos que favorecieron temporalmente al mercado español, ya que el cierre coincidió con una ligera recuperación del Dow Jones. Sin embargo, Wall Street terminó con un descenso de 9,53 puntos, un 0,10%, y cerró en 9.096,21.

El mercado de deuda también pasó momentos difíciles, puesto que se llegó a superar el máximo anual en el diferencial con la deuda alemana. Los 0,28 puntos parecían un nivel olvidado, pero durante casi toda la mañana se marcaba esa diferencia debido a la fuerte subida de la rentabilidad en el bono español. Al cierre se acercaron las posiciones y, aunque la rentabilidad a 10 años subió hasta el 4,96%, el diferencial cerró en 0,26 puntos.

Las retiradas de beneficios son una constante tanto en la Bolsa como en la deuda debido, sobre todo, a la ausencia de una tendencia definida justo cuando se va a conocer el dato del IPC correspondiente al mes de junio.

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