Humor para digerir la realidad

La ironía periodística según Gomaespuma, los guiñoles y 'La media vuelta'

Más que una conferencia al uso, fue una escenificación de cómo informar y no parar de reír en el intento. Juan Luis Cano, uno de los dos agitadores escondidos bajo el nombre de Gomaespuma; Nacho Lewin, director de La media vuelta, y Antonio Martínez, director y guionista de Las noticias del guiñol, explicaron ayer las enormes posibilidades del humor como herramienta periodística a los estudiantes de los cursos de verano que la Universidad Complutense organiza en la localidad madrileña de San Lorenzo de El Escorial.Trufando anécdotas de su carrera profesional y dando claves de la preparación de...

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Más que una conferencia al uso, fue una escenificación de cómo informar y no parar de reír en el intento. Juan Luis Cano, uno de los dos agitadores escondidos bajo el nombre de Gomaespuma; Nacho Lewin, director de La media vuelta, y Antonio Martínez, director y guionista de Las noticias del guiñol, explicaron ayer las enormes posibilidades del humor como herramienta periodística a los estudiantes de los cursos de verano que la Universidad Complutense organiza en la localidad madrileña de San Lorenzo de El Escorial.Trufando anécdotas de su carrera profesional y dando claves de la preparación de sus programas radiofónicos y televisivos, los tres conferenciantes demostraron que con humor e ironía se digiere mucho mejor la realidad.

El pretexto para llegar a esta conclusión fue la mesa redonda Humores audiovisuales, organizada por la SER dentro del curso La radio en directo, coordinado por el director de esta cadena, Daniel Gavela. "El humor inteligente está modernizando las propuestas radiofónicas y televisivas", dijo Gavela, quien reivindicó el uso narrativo del vitriolo "como un producto cáustico e higiénico para la vida pública española". Y como ejemplo de humor vitriólico citó dos programas iconoclastas, Las noticias del guiñol, de Canal+ (ahora también en el espacio matinal de Iñaki Gabilondo en la SER, Hoy por hoy), y Caiga quien caiga, de Tele 5. Estos informativos satíricos son, según Gavela, "las mayores aportaciones cualitativas de la televisión española en los últimos años".

Desdramatizar

"Descubrimos que si nosotros nos lo pasábamos bien trabajando nuestros oyentes también disfrutaban", explicó Juan Luis Cano, quien con Guillermo Fesser despertó a su público emitiendo el espacio de Gomaespuma desde El Escorial. "Irrumpimos en las mañanas en un momento de radio crispante. Contamos lo mismo que los demás, pero desdramatizando, no frivolizando, la información", dijo Cano, que navega en la ola de humor desde principios de los ochenta. "Nos consideramos periodistas más que humoristas. La ironía puede ser una estrategia de trabajo, por ejemplo, para relajar al entrevistado y sacarle lo que no quiere decir o para lanzar mensajes sobre las tremendas injusticias de esta sociedad". Así, Gomaespuma es capaz de llevar cachondeo y gafas de sol a los nómadas del desierto mauritano o cantar en directo con los niños cubanos a quienes han llevado material escolar.Nacho Lewin también reivindicó los aspectos saludables de la desdramatización radiofónica, que él pone en práctica todas las tardes con su equipo de La media vuelta. "El humor está unido a la libertad de creación, es un medio estupendo de acercar la radio a los jóvenes y de combatir la crispación", dijo Lewin.

Antonio Martínez insistió en este aspecto repasando con gestos y voces las ocurrencias de los guiñoles: Aznar, González, Anguita, Pujol ("el favorito de los niños") o Clemente. "Nosotros somos un espejo de los personajes públicos, que descubre sus tics y sus manías. Humanizamos el poder, mostramos su lado vulnerable", afirmó, y señaló que "hay personas que consiguen superar su caricatura".

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