Tribuna:

Máxima ilusión

Las expectativas de conseguir un nuevo máximo histórico se vieron defraudadas en la Bolsa española una vez que Wall Street abrió la sesión con recortes. La solidez de las posiciones en el mercado español quedó en evidencia, al igual que el día anterior le sucedió al volumen negociado, con lo que los inversores tuvieron que efectuar una retirada en toda regla, pero que no afecta a sus intereses inmediatos.

Durante algunos minutos el índice de la Bolsa de Madrid se situó por encima del nivel máximo histórico, en cuanto a los datos del cierre, pero ni el empuje del dinero ni el estado de á...

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Las expectativas de conseguir un nuevo máximo histórico se vieron defraudadas en la Bolsa española una vez que Wall Street abrió la sesión con recortes. La solidez de las posiciones en el mercado español quedó en evidencia, al igual que el día anterior le sucedió al volumen negociado, con lo que los inversores tuvieron que efectuar una retirada en toda regla, pero que no afecta a sus intereses inmediatos.

Durante algunos minutos el índice de la Bolsa de Madrid se situó por encima del nivel máximo histórico, en cuanto a los datos del cierre, pero ni el empuje del dinero ni el estado de ánimo de los participantes eran lo suficientemente sólidos como para aguantar algún contratiempo, por pequeño que fuera.

Un discreto retroceso en Wall Street, debido a algunos resultados empresariales que indican que la crisis asiática empieza a pasar factura, proporcionó al mercado de futuros la justificación perfecta para deshacer posiciones.

Las cestas de valores del Ibex 35 se pusieron en venta y los nervios afloraron, puesto que hay que señalar que la inversión particular mira con bastante recelo a estos inversores, sabedores de que cuentan con muchos más recursos que ellos y que pueden influir en el mercado con mayor facilidad.

Al final se perdieron casi seis puntos, cerca de 13 desde el nivel más alto de la sesión, en un alarde de volatilidad que hará que el dinero de los particulares se muestre aún más remiso.

Las posiciones en el mercado de deuda fueron mejorando a lo largo del día, hasta alcanzar una rentabilidad del 4,93% dato que repite el mínimo histórico conseguido dos días antes. El diferencial con Alemania, que se mantuvo durante todo el día en 0,22 puntos, saltó hasta 0,25 puntos en el momento del cierre debido a la fuerte subida de precio de la deuda alemana, que, con un 4 en rentabilidad a 10 años, se situaba en niveles desconocidos y, sobre todo, inesperados para los analistas y los inversores.

[El mercado neoyorquino cerró con un fuerte retroceso, de 85,19 puntos, un 0,93%. El índice Dow Jones quedó en 9.089,78].

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