Un gigante en apuros
Nigeria se extiende sobre una superficie de 920.000 kilómetros cuadrados (casi dos veces España). Tiene, según diversas fuentes, 118 millones de habitantes. Pero pueden ser muchos más, pues hay gente que escapa al censo oficial. Nigeria es uno de los países clave en África. Su poder económico y su gran población le convierten en el gendarme regional en conflictos como el de Liberia o Sierra Leona.El país más poblado del continente africano tiene como principal fuente de riqueza el petróleo. Es el quinto país productor de la OPEP. Obtiene del crudo el 90% de sus divisas. Su producción actual e...
Nigeria se extiende sobre una superficie de 920.000 kilómetros cuadrados (casi dos veces España). Tiene, según diversas fuentes, 118 millones de habitantes. Pero pueden ser muchos más, pues hay gente que escapa al censo oficial. Nigeria es uno de los países clave en África. Su poder económico y su gran población le convierten en el gendarme regional en conflictos como el de Liberia o Sierra Leona.El país más poblado del continente africano tiene como principal fuente de riqueza el petróleo. Es el quinto país productor de la OPEP. Obtiene del crudo el 90% de sus divisas. Su producción actual es de casi dos millones de barriles diarios. Pese a ello, los nigerianos tienen que sufrir interminables colas para llenar el depósito de su automóvil.
El PIB por habitante está estimado por un informe de The Economist en 260 dólares (unas 40.300 pesetas), muy por debajo de su capacidad económica real. El Gobierno militar nigeriano adoptó este año varias medidas para alentar la inversión extranjera como vía para combatir la crisis económica. Según los expertos, la solución de estos males sólo llegará con un periodo de estabilidad política.
El país tiene una deuda exterior que asciende a 27.000 millones de dólares (más de cuatro billones de pesetas).
El Ejército, con 77.000 hombres, es el protagonista de la vida política y económica. A pesar de mantener buenas relaciones con los inversores extranjeros, las leyes promulgadas por el régimen provocan desequilibrios que perjudican a las empresas y a la Hacienda pública. Las campañas anticorrupción para mejorar la imagen exterior de Nigeria no han dado resultado alguno. Los militares son el freno a cualquier intento serio de reforma.