El Supremo ratifica la condena de 42 años para el cabecilla del "crimen del rol"

Asesinato "espeluznante, estremecedor, alevoso, con ensañamiento...". Son algunos de los adjetivos que emplea el Tribunal Supremo en la sentencia en la que ratifica la condena de 42 años de cárcel que impuso la Audiencia de Madrid a Javier Rosado Calvo, cerebro del denominado crimen del rol, por asesinar junto con un amigo, en la madrugada del 30 de abril de 1994 en Madrid, a Carlos Moreno, un empleado de limpieza de 52 años que dejó viuda y tres hijos.

Ambos mataron a Moreno siguiendo las instrucciones de un macabro juego de rol que ideó Rosado y al que llamó Razas. Ese juego -según pl...

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Asesinato "espeluznante, estremecedor, alevoso, con ensañamiento...". Son algunos de los adjetivos que emplea el Tribunal Supremo en la sentencia en la que ratifica la condena de 42 años de cárcel que impuso la Audiencia de Madrid a Javier Rosado Calvo, cerebro del denominado crimen del rol, por asesinar junto con un amigo, en la madrugada del 30 de abril de 1994 en Madrid, a Carlos Moreno, un empleado de limpieza de 52 años que dejó viuda y tres hijos.

Ambos mataron a Moreno siguiendo las instrucciones de un macabro juego de rol que ideó Rosado y al que llamó Razas. Ese juego -según plasmó su autor tras el crimen en un escalofriante diario, con todo tipo de detalles sobre el asesinato- establecía matar a personas, al azar, que respondiesen a unas determinadas características.Diecinueve cuchilladas, con una sevicia espeluznante, asestaron Rosado y su compinche, el menor Félix M., a Carlos Moreno (un padre de familia que había estado trabajando toda la noche y que se topó de madrugada, en una parada de autobús, con los cuchillos asesinos de ambos jóvenes, estudiantes).

Los ocho alegatos planteados por el abogado de Rosado contra la sentencia de la Audiencia de Madrid han sido desestimados por el alto tribunal, que confirma íntegramente la sentencia de la juez Carmen Compaired.

El letrado, entre otros argumentos, opuso que no hubo alevosía (la hay, dice el Supremo: "Ejecutó la agresión de modo súbito" cuando la víctima "ni siquiera podía imaginar tan terrible agresión"); y que no hubo ensañamiento ("la lectura de cómo se produjeron los hechos produce estremecimiento"; la agonía duró 15 minutos).

También desestima el Supremo la petición de que no se condenase a Rosado por un delito de conspiración para el asesinato. Cuando Rosado y su compinche, Félix M., entonces de 17 años, fueron detenidos, "venían de comprar guantes de látex para usarlos en la ejecución" de otro asesinato. El principal argumento de la defensa (que Rosado sufría un grave problema mental) también es rechazado por el alto tribunal: es un "psicópata", pero "mantenía intactas sus facultades volitivas e intelectivas". Es decir, cuando decidió matar a Moreno, quien encontró la muerte sobre las cuatro de la madrugada cuando esperaba un autobús tras salir del trabajo, sabía lo que hacía.

Su compinche, Félix M., condenado por la Audiencia a sólo 12 años y 9 meses de cárcel, por ser menor de edad (entonces 17 años), no recurrió la sentencia. La decisión del Supremo, de la que ha sido ponente el ex fiscal general del Estado Carlos Granados, también apoya la legitimidad en la obtención de las pruebas de cargo, como los testimonios de los coencausados o el diario intervenido a Rosado Calvo donde describía y se vanagloriaba de su primer crimen.

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La Audiencia de Madrid dictaminó que Rosado y Félix M. estaban unidos por su afición a los juegos de rol, habiendo una relación de sumisión del segundo respecto al primero. Y que Rosado ideó un juego de rol con personajes caracterizados por la violencia, el terror, el odio, las armas y la muerte.

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