La resurrección del ex ministro
El ex ministro de Asuntos Exteriores y eurodiputado Fernando Morán, nacido en Avilés hace 72 años, regresa al escaparate político para luchar por el primer sillón municipal de España. Hace tiempo que el diplomático y escritor soñaba con la alcaldía de Madrid. Pero sólo el novedoso proceso de primarias abierto en su partido y una fractura considerable en la Federación Socialista Madrileña le han permitido resucitar su ilusión y subirse al carro de las próximas elecciones municipales en el asiento del conductor.De la mano de un sector variopinto de los socialistas madrileños (guerristas, Izquier...
El ex ministro de Asuntos Exteriores y eurodiputado Fernando Morán, nacido en Avilés hace 72 años, regresa al escaparate político para luchar por el primer sillón municipal de España. Hace tiempo que el diplomático y escritor soñaba con la alcaldía de Madrid. Pero sólo el novedoso proceso de primarias abierto en su partido y una fractura considerable en la Federación Socialista Madrileña le han permitido resucitar su ilusión y subirse al carro de las próximas elecciones municipales en el asiento del conductor.De la mano de un sector variopinto de los socialistas madrileños (guerristas, Izquierda Socialista y miembros del comité de apoyo a Borrell en las últimas primarias), Morán ha conseguido derrotar a Joaquín Leguina. Su desconocimiento de la realidad municipal no le ha impedido vencer a un político que ha dedicado 14 años de su vida a Madrid (primero como concejal y luego como presidente de la Comunidad).
Los estrategas que diseñaron la campaña de Morán utilizaron el victimismo para combatir a Leguina y denunciaron con insistencia el supuesto juego sucio del adversario. Primero hablaron de filtración del censo por parte de la candidatura de Leguina a empresas privadas. Después acusaron a su rival de presionar por teléfono a los militantes. Y acabaron presentando un recurso ante la comisión de garantías cuando supieron que Leguina había mandado una carta a los 11.000 afiliados madrileños.
Morán, mientras tanto, discurseó sobre Europa y la falta de proyección internacional de Madrid y fue colocando invectivas contra su adversario. Diplomático, evitó hacer suyas las denuncias de irregularidades que su equipo fue arrojando contra Leguina.
Al final triunfó Morán. Y con él, los guerristas que durante estos 15 días han trabajado en las agrupaciones de la capital para conseguir los apoyos suficientes para derrotar al candidato del sector oficialista.