FRANCIA 98

Detenido otro sospechoso de la agresión al gendarme

La policía detuvo ayer a un segundo hincha alemán sospechoso de la brutal agresión a un gendarme el domingo. Karl-Heinz Elschner, de 26 años, estaba a punto de ser expulsado cuando algunos policías le reconocieron como autor del ataque a su compañero. Mientras, el gendarme, Daniel Nevil, sigue en estado de coma. Los detenidos serán acusados de tentativa de homicidio.

Mientras se disipan las mínimas esperanzas de que el policía francés salga del coma profundo que le mantiene ingresado en un hospital de Lille, la policía detuvo ayer Elschner cuando estaba a punto de ser expulsado directam...

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La policía detuvo ayer a un segundo hincha alemán sospechoso de la brutal agresión a un gendarme el domingo. Karl-Heinz Elschner, de 26 años, estaba a punto de ser expulsado cuando algunos policías le reconocieron como autor del ataque a su compañero. Mientras, el gendarme, Daniel Nevil, sigue en estado de coma. Los detenidos serán acusados de tentativa de homicidio.

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Mientras se disipan las mínimas esperanzas de que el policía francés salga del coma profundo que le mantiene ingresado en un hospital de Lille, la policía detuvo ayer Elschner cuando estaba a punto de ser expulsado directamente a Alemania cuando fue reconocido por algunos policías que fueron testigos del brutal ataque que sufrió su compañero. En lugar de ser expulsado, será presentado ante el juez. El primer detenido, Markus Warnecke, de 27 años, fue puesto ayer a disposición judicial acusado de "tentativa de homicidio". La policía busca aún a un tercer participante en la agresión.Mientras, el seleccionador alemán, Berti Vogts, declaró ayer que se sintió "atacado personalmente" cuando un miembro de su federación le sugirió que sería conveniente que Alemania se retirara del Mundial.

Nuevos detalles se conocieron ayer de la agresión que puede costar la vida a Nivel, de 43 años. El diario alemán Bild publicó las revelaciones de un miembro de las bandas alemanas que presenció el linchamiento. "Vi a uno romper su arma en dos y machacarle la cabeza al policía con la culata", dijo el testigo, de 17 años. Según él, fueron tres los hooligans que atacaron, golpearon y patearon al policía que se había quedado solo y había intentado sacar su arma para evitar el ataque. Le arrancaron el casco y le golpearon en la cabeza con botellas, su pistola y una señal de tráfico de madera. "Somos patriotas", dice el testigo, "pero pocos de entre nosotros somos neonazis". Añade que fue a Lens con un grupo sin entradas para buscar camorra. "En una calle pequeña vimos a tres policías solos. "Cerdos, os cogeremos", les gritamos. Dos policías huyeron y el tercero sacó su arma. Los que le atacaron se echaron encima como animales. Después me fui. En cierta forma, sentí lástima por el tipo".

En Hannover, su ciudad de residencia, Markus Warnecke se ha convertido en una de las personas más odiadas. El cristal del escaparate de su tienda de tatuajes amaneció ayer destruido. Con un gran físico (mide 1,90 y pesa más de 100 kilos), Warnecke es conocido en su barrio por pasearse con el pelo rapado, gafas de sol permanentes y un perro Pitbull Terrier. En el momento de la agresión estaba ebrio, con dos gramos de alcohol por litro de sangre. No figuraba en la lista de los hooligans alemanes más peligrosos. Es hijo de buena familia (su padre es médico y su madre, profesora).

Por otra parte, otros tres hinchas alemanes detenidos el domingo fueron condenados a un año de cárcel y a dos de prohibición de residencia en Francia.

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