La irlandesa Pamela O"Malley asegura que "la paz empieza en las escuelas"

La ONG que preside, Asamblea de Cooperación por la Paz, nació de una guerra, la del Golfo, en 1991. Pamella O"Malley (Dublin, julio de 1929) cree que para atajar las guerras y los conflictos, hay que pensar a medio plazo y por eso subraya que "la paz empieza en las escuelas". Esta irlandesa matriculada en España hace más de 40 años y doctora en Filosofía por la Open University Milton Keynes prefiere hablar de paz en positivo, no sólo como la mera ausencia de conflicto o guerra, y ligar este concepto al de derechos humanos, relaciones igualitarias entre los Estados, intercambios justos en mater...

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La ONG que preside, Asamblea de Cooperación por la Paz, nació de una guerra, la del Golfo, en 1991. Pamella O"Malley (Dublin, julio de 1929) cree que para atajar las guerras y los conflictos, hay que pensar a medio plazo y por eso subraya que "la paz empieza en las escuelas". Esta irlandesa matriculada en España hace más de 40 años y doctora en Filosofía por la Open University Milton Keynes prefiere hablar de paz en positivo, no sólo como la mera ausencia de conflicto o guerra, y ligar este concepto al de derechos humanos, relaciones igualitarias entre los Estados, intercambios justos en materia económica, justicia y democracia. Invitada por la Fundación Sabino Arana, ofreció ayer una conferencia sobre la paz en una sociedad cada vez más intercultural. Alejada de uno de los males que persiguen a las ONG -las "soluciones milagrosas derivadas de la experiencia del Norte"-, O"Malley defiende que los cooperantes y los proyectos sean auténticas esponjas del lugar hacia donde dirigen sus esfuerzos y sus dólares. "Se trata de un genuino intercambio de experiencias", dijo. La organización que preside ha apoyado los procesos de pacificación en Guatemala, Salvador, y Palestina a través de proyectos concretos centrados sobre todo en la educación y la salud. Y la cuestión de género siempre ha estado en primera línea. "El papel de la mujer es vital y todo proyecto debe ir encaminado hacia la liberación de la mujer y su capacitación para convertirla en un agente dinámico para el cambio", asegura. Frente a estas experiencias, ha seguido muy desde la barrera el conflicto irlandés y el vasco. Del primero cree que se puede extraer una conclusión: "La violencia no consigue fines políticos. No es el método", y para Euskadi cree que un buen comienzo es que ETA "cese la violencia y decrete un alto el fuego".

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