Los familiares se quejan de malos tratos a los mayores

María Ángeles y Txelo han enviado a la diputada de Bienestar Social una denuncia en la que acusan a una residencia privada de desatender a sus familiares -ambos con Alzheimer- y de incumplir las condiciones del contrato. Sus quejas son muy concretas y se centran en el abandono con el que trabaja el centro situado en una localidad próxima a Vitoria. Después de cobrar a una de ellas cerca de 190.000 pesetas al mes por estancia completa, comprobó que la falta de higiene en el enfermo era manifiesta cada vez que le visitaba. "En algunas ocasiones lo encontraba incluso atado a la cama, una circunst...

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María Ángeles y Txelo han enviado a la diputada de Bienestar Social una denuncia en la que acusan a una residencia privada de desatender a sus familiares -ambos con Alzheimer- y de incumplir las condiciones del contrato. Sus quejas son muy concretas y se centran en el abandono con el que trabaja el centro situado en una localidad próxima a Vitoria. Después de cobrar a una de ellas cerca de 190.000 pesetas al mes por estancia completa, comprobó que la falta de higiene en el enfermo era manifiesta cada vez que le visitaba. "En algunas ocasiones lo encontraba incluso atado a la cama, una circunstancia que sólo se debe producir en casos extremos y en un momento en el que no se le puede atender", señala María Angeles. Ambas se sienten estafadas por el incumplimiento de las condiciones que destaca la publicidad del centro. "Hay muchas más personas ingresadas de las permitidas y el personal, que en teoría debe ser de más de diez asistentes, en ningún momento supera los cuatro", indican. En la actualidad la política de la Diputación respecto a estas denuncias pasa más por un intento de erradicar las manifiestas carencias de algunos establecimientos que en la clausura inmediata de los mismos.

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