Tribuna:

Tanda de ajustes

La Bolsa española entonó ayer una especie de mea culpa y procedió a la rectificación de algunos excesos. La concentración de los esfuerzos se centró en las empresas anteriormente públicas y en otras que tienen pendiente la privatización, que hicieron una especie de frente común ante los supuestos devaneos especulativos de algunas instituciones. El resultado fue un avance del 0, 62% en el índice de Madrid, con subidas del l, 96% en el sector eléctrico y del 1, 62% en comunicaciones y pequeños altibajos en el resto. Estos datos indican que la responsabilidad de devolver la tranquilidad a ...

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La Bolsa española entonó ayer una especie de mea culpa y procedió a la rectificación de algunos excesos. La concentración de los esfuerzos se centró en las empresas anteriormente públicas y en otras que tienen pendiente la privatización, que hicieron una especie de frente común ante los supuestos devaneos especulativos de algunas instituciones. El resultado fue un avance del 0, 62% en el índice de Madrid, con subidas del l, 96% en el sector eléctrico y del 1, 62% en comunicaciones y pequeños altibajos en el resto. Estos datos indican que la responsabilidad de devolver la tranquilidad a los inversores tenía nombres y apellidos. Estos ajustes hicieron que la Bolsa española volviera a destacar, por segundo día consecutivo, sobre el conjunto de los mercados europeos, lo que volvió a poner el acento en el hecho diferencial que ha situado a esta Bolsa en la cuerda foja, mientras que las demás se limitan a consolidar posiciones sin hacer tanto ruido. La contratación del mercado continuo ascendió a 152.958 millones de pesetas, de los que un 40% procedía de Endesa y Telefónica. Los intermediarios financieros sobre los que se descargó una buena parte de la responsabilidad del fracaso en la puesta de largo de Endesa, se mostraban perplejos ante esas acusaciones por el uso de unos mecanismos que el mercado pone a su disposición para rentabilizar sus activos.

El debate está, en realidad, en la capacidad de los participantes, en general, para asimilar que la especulación es la locomotora de la actividad bursátil y que es tan buena, o tan mala, como cualquier otro argumento, aunque de cuando en cuando choque con determinadas expectativas. Si el martes hubo quien buscó su beneficio en un determinado nivel de precios, ayer se hizo lo mismo, y esto constituye la sal del mercado.

La deuda a 10 años también mejoró sus posiciones y cerró con una rentabilidad del 5, 02%, mientras que el diferencial con Alemania sólo se reducía en una centésima al bajar la rentabilidad del bund hasta el 4, 81%. La Sociedad de Bolsas decidió ayer excluir del Ibex 35 a FECSA y Corporación Financiera Alba para dar entrada a Aceralia y TelePizza.

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