Tribuna:

Ambiente confuso

Las expectativas de los inversores continúan en una zona indefinida en la que la mayor ponderación viene de la ausencia de alternativas al mantenimiento del dinero en renta variable. La contratación de la jornada de ayer fue de 116.000 millones de pesetas en el mercado continuo, la más baja en 1 5 días, que vienen a demostrar el descenso del atractivo de la renta variable, pero que también indica que no se producen fugas importantes hacia otros activos.

Las subastas del Banco de España y del Tesoro celebradas ayer muestran la total inmovilidad de los tipos de interés, con ajustes mínimo...

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Las expectativas de los inversores continúan en una zona indefinida en la que la mayor ponderación viene de la ausencia de alternativas al mantenimiento del dinero en renta variable. La contratación de la jornada de ayer fue de 116.000 millones de pesetas en el mercado continuo, la más baja en 1 5 días, que vienen a demostrar el descenso del atractivo de la renta variable, pero que también indica que no se producen fugas importantes hacia otros activos.

Las subastas del Banco de España y del Tesoro celebradas ayer muestran la total inmovilidad de los tipos de interés, con ajustes mínimos para los plazos más largos. Los niveles actuales no resultan tan tentadores como para convertir a los inversores en ahorradores.

Los analistas insisten en que hay muchas sociedades que tienen unos datos fundamentales lo suficientemente sólidos como para justificar la apuesta a medio plazo, pero los inversores esperan que, antes, el mercado desgrane posiciones y ponga cada valor en su sitio, ya que muchos han medrado al amparo de una tendencia positiva general y mantienen una cotización comparativamente elevada si se relaciona su situación con la del conjunto del sector en el que desarrollan su actividad.

El actual movimiento lateral del mercado, según el análisis gráfico, debe llevar a una selección en la que cada título obtenga el precio adecuado a su valor contable. Esta confluencia entre análisis técnico y análisis fundamental resulta compleja; exige la adecuada valoración de cada empresa al margen de los cantos de sirena que llegan de los consejos de administración o del propio mercado.

Situaciones ideales aparte, la Bolsa se dejaba llevar por la inercia del conjunto de los mercados europeos, con una apertura positiva y muchos problemas al cierre, esta vez siguiendo los vaivenes de Nueva York. El mercado secundario de deuda sufrió una nueva caída de los precios, con la consiguiente subida de la rentabilidad del bono a 10 años hasta el 5, 06%. [ La Bolsa de Nueva York cerró con pérdidas considerables. El índice Dow Jones retrocedió 87, 44 puntos (0, 98%) y quedó en 8.803, 80J].

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