Las retenciones del IRPF bajarán un 32% para sueldos hasta dos millones

La rebaja del impuesto sobre la renta se notará desde enero de 1999 a través de la rebaja de las retenciones. Para salarios hasta dos millones de pesetas, los pagos a cuenta disminuirán una media del 32%, lo que supondrá que Hacienda dejará de ingresar 120.000 millones de pesetas en ese año. Los beneficiados serán unos 3,5 millones de contribuyentes. Por otra parte, el proyecto de ley del IRPF elimina la desgravación por compra de segunda vivienda ahora vigente para las adquiridas antes del año 1990.

Con la rebaja de las retenciones, Hacienda persigue reducir el alto volumen de devoluci...

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La rebaja del impuesto sobre la renta se notará desde enero de 1999 a través de la rebaja de las retenciones. Para salarios hasta dos millones de pesetas, los pagos a cuenta disminuirán una media del 32%, lo que supondrá que Hacienda dejará de ingresar 120.000 millones de pesetas en ese año. Los beneficiados serán unos 3,5 millones de contribuyentes. Por otra parte, el proyecto de ley del IRPF elimina la desgravación por compra de segunda vivienda ahora vigente para las adquiridas antes del año 1990.

Con la rebaja de las retenciones, Hacienda persigue reducir el alto volumen de devoluciones que ahora supera el billón de pesetas. La rebaja tiene que ser considerable, habida cuenta de que el nuevo impuesto sobre la renta, que entrará en vigor en enero de 1999 y se declarará en junio del 2000, supone una reducción media del 11%, según Hacienda.La nueva tabla de retenciones se aplicará desde enero en las nóminas de 1999 y servirá para liquidar el impuesto en el 2000. La tabla completa aún no está decidida, pero el secretario de Estado de Hacienda, Juan Costa, avanzó ayer que para los salarios hasta dos millones de pesetas supondrá una rebaja media del 32%.

Ello significará para los contribuyentes que no superen ese nivel de ingresos disponer de 120.000 millones de pesetas durante 1999. Es una cantidad que no tendrán que anticipar a cuenta del impuesto y para Hacienda supondrá reducir sus ingresos en 1999 pero tener menos devoluciones en el 2000.

En ese nivel están 8,83 millones de contribuyentes, el 60,3% del total, si bien de ellos ya hay más de cinco millones que ahora no tienen retención. Descontados éstos, la rebaja anual en pesetas será de unas 35.000.

Para el 40% de contribuyentes restante, cuyos sueldos declarados superan los dos millones de pesetas, la rebaja en la tabla de retenciones no será tan elevada ni llegará a cubrir el todo descenso del impuesto previsto, según explicó Costa.

El nuevo IRPF prevé, además, que los contribuyentes con rentas salariales inferiores a 3,5 millones de pesetas no tendrán que presentar declaración. Esta medida afectará a unos cinco millones de contribuyentes, cerca del 40% del total. Sin embargo, por la aplicación de las retenciones, la liquidación final puede dar derecho a una devolución que Hacienda les practicará de oficio.

El problema es que la Administración tributaria no tiene todos los datos del contribuyente por lo que no puede hacerle la cuenta de antemano. Entre estos datos desconocidos están, por ejemplo, las cuotas pagadas a los sindicatos, las pensiones por divorcio, los pagos para adquisición de vivienda habitual sin préstamo bancario, las cuentas vivienda o los donativos a fundaciones.

En principio, el mecanismo será que Hacienda remitirá a estos contribuyentes un impreso en enero del año en que hay que presentar la declaración para que completen los datos o planteen discrepancias. También se estudia que la campaña de renta para este colectivo de contribuyentes sea anterior y más corta que para el resto.

El plazo para que Hacienda les efectúe las devoluciones será de un mes a contar desde el momento en que finalice la campaña o periodo en que es obligatorio presentar la declaración. Para el resto de contribuyentes, el plazo de devolución seguirá en los seis meses actuales.

Por otra parte, el proyecto del impuesto sobre la renta elimina la deducción del 10% por compra de segunda residencia ahora vigente para las adquiridas antes del año 1990. En la actualidad, esa deducción beneficia a 87.600 contribuyentes por un valor de 30.000 millones de pesetas. Según Costa, es un beneficio fiscal "residual" del que disfrutan los niveles más altos de renta.

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