Nuevos retrasos y cancelaciones de vuelos pese a la tregua de los controladores aéreos

Los usuarios de los grandes aeropuertos españoles siguieron sufriendo ayer las consecuencias de la protesta de los controladores aéreos, que durante el jueves y el viernes se negaron a realizar horas extraordinarias en demanda de un aumento de plantilla y de mejoras laborales. Los controladores volvieron ayer a la normalidad, a la espera de la reanudación el martes de las negociaciones con el organismo público Aena. Los principales aeropuertos españoles sufrieron considerables retrasos y cancelaciones en sus vuelos.

En Barajas, durante la jornada se cancelaron 30 vuelos. Otros 16 intern...

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Los usuarios de los grandes aeropuertos españoles siguieron sufriendo ayer las consecuencias de la protesta de los controladores aéreos, que durante el jueves y el viernes se negaron a realizar horas extraordinarias en demanda de un aumento de plantilla y de mejoras laborales. Los controladores volvieron ayer a la normalidad, a la espera de la reanudación el martes de las negociaciones con el organismo público Aena. Los principales aeropuertos españoles sufrieron considerables retrasos y cancelaciones en sus vuelos.

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En Barajas, durante la jornada se cancelaron 30 vuelos. Otros 16 internacionales de llegada acumularon retrasos. En cuanto a salidas internacionales, 10 tuvieron que partir con retraso, entre 45 y 60 minutos. Algunos vuelos nacionales también llegaron o partieron después de lo previsto.Según Aena, el balance de la jornada en cuanto a retrasos fue que el 20% de las operaciones del aeropuerto se vieron afectadas y el 80% discurrieron con entera normalidad.

En el aeropuerto balear, a primera hora de la mañana las llegadas registraban aún un retraso medio de 3,5 horas, y las salidas de 6,4 horas. Se cancelaron tres vuelos. Un portavoz de Son Sant Joan declaró a Efe a mediodía que "la situación se va normalizando y poco".

En este aeropuerto, 75 pasajeros con destino a Barcelona ocuparon la pista de despegue y decidieron esperar la partida junto al avión. El vuelo debía haber salido a las 22 horas del viernes, pero fue retrasado hasta la madrugada. Sin embargo, el autobús que debía acercar a los pasajeros hasta la aeronave no apareció hasta las 9,30 del sábado.Una vez llegados junto al avión, se pidió a los pasajeros que aguardaran en el autobús hasta que terminaran las labores de limpieza, pero los viajeros optaron por descender y esperar en la pista, hasta que 45 minutos después se les permitió el acceso.

En Barcelona, el retraso medio de los vuelos durante la mañana fue de 63 minutos, aunque tendía a decrecer. En este aeropuerto hubo que suspender 18 operaciones.

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