"La falta de controladores es un problema en toda Europa"

"La falta de controladores aéreos es un problema en toda Europa", explica el portugués Antonio Lanza, secretario de la Air Traffic Control-European Union Coordination (ATC-EUC), la asociación que agrupa a 15 sindicatos de controladores aéreos europeos."El problema de los controladores es un círculo vicioso. El número de estos trabajadores siempre es inferior al necesario teniendo en cuenta el volumen de tráfico aéreo. Se tarda tres años en formar a un controlador aéreo, y desde que se planea contratar a un controlador y éste está listo ya se ha dado de baja por jubilación a un número igual o m...

"La falta de controladores aéreos es un problema en toda Europa", explica el portugués Antonio Lanza, secretario de la Air Traffic Control-European Union Coordination (ATC-EUC), la asociación que agrupa a 15 sindicatos de controladores aéreos europeos."El problema de los controladores es un círculo vicioso. El número de estos trabajadores siempre es inferior al necesario teniendo en cuenta el volumen de tráfico aéreo. Se tarda tres años en formar a un controlador aéreo, y desde que se planea contratar a un controlador y éste está listo ya se ha dado de baja por jubilación a un número igual o mayor de trabajadores activos. Por tanto, los nuevos controladores cubren sus puestos, pero no se suman a la plantilla anteriormente existente. Además, sólo el 50% de los alumnos aprueba el curso de controlador aéreo. Éste es un problema que comenzó a agravarse en los últimos años", asegura Lanza.

En el caso de los controladores españoles, 100 de ellos se jubilarán en los próximos meses, cifra similar al número de nuevos contratos que, según AENA, se vienen realizando en los últimos dos años. Además, otros 200 trabajadores, aproximadamente, se encargan de tareas administrativas.

Fernando Degroote, dirigente del sindicato español USCA, afirma que en Francia, con un volumen de tráfico aéreo un 15% o 20% superior al de España, el número de controladores es de unos 4.000. Pero Lanza explica que las comparaciones son muy difíciles, porque la situación de los controladores puede variar mucho según donde trabajen. La única generalización posible, dice, es que siempre son pocos.