Anguita advierte de que la oferta de IU se dirige exclusivamente al PSOE

Julio Anguita afirmó ayer que "sigue esperando la respuesta del PSOE a su oferta de unidad". El coordinador general de Izquierda Unida (IU) rehusó pronunciarse sobre el acuerdo adoptado por los socialistas madrileños en torno a la candidatura de Cristina Almeida, pero advirtió que los resultados indican que "las expectativas no tienen mucho futuro". Asimismo, reiteró que su propuesta, en lo político, va dirigida exclusivamente al PSOE y que tiene como objetivo fundamental "frenar a la derecha, frenar sus ideas, frenar sus programas y frenar sus valores".

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Julio Anguita afirmó ayer que "sigue esperando la respuesta del PSOE a su oferta de unidad". El coordinador general de Izquierda Unida (IU) rehusó pronunciarse sobre el acuerdo adoptado por los socialistas madrileños en torno a la candidatura de Cristina Almeida, pero advirtió que los resultados indican que "las expectativas no tienen mucho futuro". Asimismo, reiteró que su propuesta, en lo político, va dirigida exclusivamente al PSOE y que tiene como objetivo fundamental "frenar a la derecha, frenar sus ideas, frenar sus programas y frenar sus valores".

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MadridJulio Anguita tuvo ayer el rasgo de humor de parafrasearse a sí mismo y, tras la reunión de la Presidencia Federal de Izquierda Unida, recurrió a tres palabras, o una sola, que forman parte de su particular acervo. Así, planteó que en cualquier acuerdo de IU con los socialistas habría que remitirse y ceñirse a "programa, programa, programa". Tres palabras mágicas, o una sola, que resumen la postura de su organización ante cualquier acuerdo electoral.Anguita está en lo suyo y, además, va de ganador. Él no tiene problemas y ayer, en su encuentro con los periodistas, se limitó a dejar claro que la organización que encabeza se halla en estos momentos precisamente en la mejor posición.

Para él, la decisión del Comité Federal del PSOE de retrasar cualquier respuesta a su oferta de diálogo sólo puede interpretarse como un exponente de los problemas por los que atraviesa la formación socialista.

Pero, en definitiva, Anguita no quiso hacer sangre con ellos. Así, tanto en los debates de la Presidencia Federal de IU como en sus valoraciones ante la prensa, pidió "prudencia y mesura". Eso sí, también dejó claro que, en cualquier caso, sólo se dirige hacia el PSOE.

A Nueva Izquierda no es que la desprecie, es que ni siquiera la tiene en cuenta a la hora de valorar cualquier pacto pre o poselectoral dentro de las fuerzas de la izquierda. "Los acuerdos, en su momento", dijo el líder de IU. "Siempre que haya lugar", se apresuró a matizar a renglón seguido.

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Anguita no quiso entrar a valorar las declaraciones del secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, sobre la posibilidad de plantearse que, tras las elecciones, se apoyara a la lista más votada. "Toda oferta", dijo, "debe pasar por el registro de entrada". Es decir", aclaró a continuación, "debe hacerse con carácter formal. Hasta entonces, nada de nada".

Con todo, el coordinador de IU expresó sus temores en cuanto a que la marea desatada en el mundo socialista se quedara "en un espejismo mediático". Para él, la unidad de la izquierda es la unidad de los programas por encima de las candidaturas. "La propuesta que hicimos", afirmó, "es de gran altura y el PSOE sabrá lo que hace".

Pero, sobre todo, lo que el dirigente de IU quiso dejar claro es que los problemas son ahora del PSOE y cualquier respuesta "tiene que producirse en torno a un diálogo sereno". "Cada momento tiene su afán", advirtió, "y el afán ahora es echar a la derecha de cualquier Gobierno".

¿Alfonso Guerra, Joaquín Almunia o José Borrell? Al final, a Anguita le da lo mismo. Él sabe que en estos días ha encontrado el apoyo inesperado del que fuera vicesecretario general de los socialistas. Pero tampoco tiene para él un valor especial. Ayer reiteró que su negociación para cualquier pacto se establece entre organización y organización.

Sin embargo, a pesar de la exquisita prudencia de la que intentó hacer gala, en su ánimo había una chispa, si no de burla, de una cierta picardía. Los 29 votos que separaron la propuesta de la dirección socialista madrileña respecto a Cristina Almeida de los críticos eran valorados, en voz baja, en la Presidencia Federal como un buen ejemplo de que algo se está moviendo, y muy profundamente, en las filas del socialismo.

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