Aznar ve "bastante difícil" que Arzalluz pueda empeorar aún más sus declaraciones

El presidente del Gobierno, José María Aznar, se ha tomado cuatro días para responder a las palabras pronunciadas el pasado domingo por Xabier Arzalluz, en las que criticaba los impulsos electorales del PP en su política antiterrorista. Aznar replicó ayer desde Túnez, donde estaba de visita oficial: "Le he conocido mejores declaraciones y espero no conocerlas peores, pero se lo ha puesto a sí mismo bastante difícil para superarlo". Aznar defendió la política antiterrorista de su Gobierno, pese a las críticas mayoritarias reflejadas en la encuesta del CIS, y atacó al PSOE.

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El presidente del Gobierno, José María Aznar, se ha tomado cuatro días para responder a las palabras pronunciadas el pasado domingo por Xabier Arzalluz, en las que criticaba los impulsos electorales del PP en su política antiterrorista. Aznar replicó ayer desde Túnez, donde estaba de visita oficial: "Le he conocido mejores declaraciones y espero no conocerlas peores, pero se lo ha puesto a sí mismo bastante difícil para superarlo". Aznar defendió la política antiterrorista de su Gobierno, pese a las críticas mayoritarias reflejadas en la encuesta del CIS, y atacó al PSOE.

José María Aznar aprovechó la alusión a las manifestaciones del líder del PNV, Xabier Arzalluz, para defender sin pestañear la actual política antiterrorista del Gobierno, criticada por la mayoría de los ciudadanos vascos en la encuesta del CIS dada a conocer el martes por el Ejecutivo.Aznar descalificó así la encuesta del CIS: "No hay que sobredimensionar nunca las encuestas". Y luego la calificó de simple "sondeo de coyuntura". José María Aznar recalcó que lo único que le importa es la reacción de la sociedad vasca, que estimó positiva. "No cambiaremos la política antiterrorista", agregó.

Aznar se refirió con cierta decepción a las polémicas declaraciones de Arzalluz. El presidente se negó a admitir las palabras del presidente del PNV como una respuesta a sus críticas demoledoras contra la formación nacionalista en el mitin de Vitoria: "Se les puede llamar de todo, pero no es una respuesta, es otra cosa".

Aznar hizo un balance casi eufórico del resultado del pasado debate del estado de la Nación en el Parlamento, que según él reflejó la realidad del país. "No hay alternativa al Gobierno, no la he visto", señaló el presidente al comentar la actuación en ese debate del candidato socialista. Aznar se refiriró varias veces al PSOE, aunque indirectamente, como el principal partido de la oposición.

Aznar descartó categóricamente próxismos cambios en el Ejecutivo o en su línea política, que calificó enfáticamente como de centro reformista: "No se puede construir una alternativa negando la realidad, ni mirando hacia atrás ni con ocurrencias, sino con trabajo, paciencia y equipos con propuestas sólidas". El líder del PP insistió en que no variará su Gabinete y menos tras comprobar el buen resultado para su partido en el debate del estado de la Nación.

El presidente tendió luego una mano a la oposición para reanudar el diálogo en ciertos aspectos que consideró básicos: "Espero tener una entrevista con el PSOE lo más rápido posible porque es urgente llegar a acuerdos sobre temas como el Tribunal Constitucional, las reformas de la justicia, de los servicios de inteligencia, de la legislación local y de la fiscalidad, así como la definición de una estrategia española para la Agenda 2000 y la profesionalización de las Fuerzas Armadas, con la consiguiente supresión del servicio militar". En ese contexto, Aznar subrayó que sería bueno sostener cuanto antes algún contacto con el PSOE, pero no desaprovechó la peculiar situación de liderazgo creada en este partido tras las primarias para lanzar algunos dardos: "Tengo entendido que el actual secretario general del PSOE es el que mantiene la interlocución con el Gobierno".

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Para el jefe del Ejecutivo, "la siguiente batalla después de la del euro es la del empleo", para la que también demandó consenso. Refiriéndose a la reforma fiscal, estimó que está creando escuela en Europa: "Portugal, Francia y Alemania, entre otros, quieren lanzar una reforma como la española".

En relación con la reunión intergubernamental en Túnez, Aznar la tachó de éxito para fortalecer los lazos económicos y políticos, "extensible próximamente a la sociedad civil", con este país magrebí. Aznar ve a Túnez como un "ejemplo de estabilidad y de crecimiento económico". El presidente confesó su preocupación ante el próximo encuentro euromediterráneo de Palermo para redimensionar la política mediterránea de Europa, paralizada por el fracaso de las negociaciones de paz en Oriente Medio.

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